La pasividad de la Policía ha llevado a cuestionamientos sobre una posible connivencia entre las autoridades del Distrito Federal de Brasilia y los promotores de la invasión.
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Miles de exaltados partidarios del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron ayer las tres principales instituciones de la capital federal, Brasilia: la sede de la presidencia, el local de la Corte Suprema y las instalaciones del Congreso de la República. La invasión y las violencias se produjeron ocho días después de la juramentación del presidente Lula, quien derrotó en octubre pasado al presidente saliente, Bolsonaro. La policía ha detenido a más de 300 manifestantes. El gobernador del Distrito Federal pidió disculpas y llamó “vándalos y terroristas” a los autores del atentado contra las tres principales instituciones del Estado, lo que no lo salvó de ser suspendido por un juez de la Corte Suprema. El presidente Lula, que no se hallaba en Brasilia, condenó los hechos como una tentativa de golpe de Estado. La pasividad de la Policía ha llevado a cuestionamientos sobre una posible connivencia entre las autoridades del Distrito Federal de Brasilia y los promotores de la invasión. El derrotado ex presidente de extrema derecha, Bolsonaro, había afirmado que él solo podía perder la elección si se cometía fraude. Y desde entonces no ha reconocido la victoria de su sucesor. Incluso, no participó en la ceremonia de cambio de mando, puesto que a fines de año partió a Estados Unidos, desde donde horas después de la invasión publicó una tibia declaración desautorizándola. Lo sucedido en Plaza de los Tres Poderes de Brasilia no tiene precedentes en la historia brasileña y recuerda más bien lo ocurrido en la Casa Blanca de Washington el 6 de enero del 2021. En espera de investigaciones fiscales y el establecimiento de responsabilidades y complicidades, lo seguro es que Brasil vivió ayer un atentado contra su democracia, la misma que había permitido una vez más una alternancia entre dos corrientes políticas de orientaciones opuestas.
Las cosas como son
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