Mediante una carta, este docente de periodismo de la Universidad de Montevideo dijo estar cansado de "pelearle a los celulares, el Whatsapp y el Facebook".
Leonardo Haberkorn es un periodista y escritor uruguayo que renunció a dar clases en la facultad de Comunicaciones de la Universidad ORT de Montevideo por la desidia y el desconocimiento de los alumnos sobre temas básicos de la carrera. Mediante una carta, el profesor narró que es imposible lidiar con un grupo de estudiantes que prefieren ver en móvil en clase o estar en Facebook.
Haberkorn trabajó en la agencia de noticias Reuters y colabora con la revista Etiqueta Negra que fundó el periodista peruano Julio Villanueva Chang. Recibió el premio Morosoli de periodismo en 2002 y el Bartolomé Hidalgo en 2011 en Ensayo Político Periodístico. La frustración del docente que renunció en 2015 es evidente.
Deja la docencia. "Después de muchos años, hoy di clase en la universidad por primera vez. No dictaré clases allí el semestre que viene y no sé si volveré algún día a dictar clases en una licenciatura en comunicación. Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla", escribió en una carta que difundió a través de su blog 'El Informante'.
Escasa cultura general. "Pero hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo ofensivo e hiriente que es lo que hacen (...) Esta semana en clase salió el tema Venezuela. Solo una estudiante en 20 pudo decir lo básico del conflicto. Lo muy básico. El resto no tenía ni la más mínima idea. Así con todo. ¿Qué es lo que pasa en Siria? Silencio. ¿Qué partido es más liberal, o está más a la "izquierda" en Estados Unidos, los demócratas o los republicanos? Silencio. ¿Saben quién es Vargas Llosa? ¡Sí! ¿Alguno leyó alguno de sus libros? No, ninguno. Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no existen los vegetales".
Factor redes sociales. "El resultado de producir así, al menos en los trabajos que yo recibo, es muy pobre. La atención tiene que estar muy dispersa para que escriban mal hasta su propio nombre, como pasa. Entonces, cuando uno comprende que ellos también son víctimas, casi sin darse cuenta va bajando la guardia. Y lo malo termina siendo aprobado como mediocre; lo mediocre pasa por bueno; y lo bueno, las pocas veces que llega, se celebra como si fuera brillante. No quiero ser parte de ese círculo perverso", analiza el escritor.
Desinterés. "Este año, proyectando la película El Informante, sobre dos héroes del periodismo y de la vida, vi a gente dormirse en el salón y a otros chateando en WhatsApp o Facebook. Normalmente, a esta altura, todos los años ya había conseguido que la mayor parte de la clase siguiera el asunto con fascinación. Este año no. Caras absortas. Desinterés. Un pibe despatarrado mirando su celular. Todo el año estuvo igual. Ellos querían que terminara la clase. Yo también".
(Los pasajes de la carta fueron extraídos del blog de Leonardo Haberkorn, 'El Informante'. Puedes leer la carta completa en este link)
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