La menor de ocho años que padecía de diabetes tipo 1 falleció el 7 de enero de 2022 en su vivienda, luego de que sus padres y los miembros de la secta religiosa The Saints (Los Santos) se negaran durante días a inocularle insulina.
Un tribunal de Australia halló culpables este miércoles de homicidio involuntario a 14 miembros de una secta religiosa, incluidos los padres de la víctima, por negarse a administrar insulina y atención médica a una niña diabética de 8 años hasta causar su muerte.
El líder de la secta, Brendan Stevens, de 63 años, y el padre de la niña, Jason Struhs, de 53 años, fueron absueltos del delito de asesinato, publica hoy en su portal el Tribunal Supremo de Queensland, a cargo del proceso.
El tribunal pronunciará en una futura vista la condena para los sentenciados, que, conforme a las leyes de esta jurisdicción del este de Australia, se enfrentan a hasta la cadena perpetua.
Este proceso se abrió a raíz de la muerte de Elizabeth Struhs, de ocho años y quien padecía de diabetes de tipo 1, el 7 de enero de 2022 en su casa de la localidad de Toowoomba, a más de 125 kilómetros al oeste de Brisbane.
Su fallecimiento se produjo después de que sus padres, Jason y Kerrie Struhs, su hermano mayor, Zachary Alan, así como los miembros de la secta religiosa The Saints (Los santos), a la que pertenecía esta familia, se negaran durante varios días a inocular la insulina a la menor.
Creían poder devolverle la vida a través de la oración
En su lugar y mientras la niña agonizaba, los padres de la menor, junto al líder de The Saints, Brendan Stevens, y otros once feligreses, abrazando su fe en el poder curativo de Dios y se dedicaron a rezar para que se sanara a través de la oración.
Tras el fallecimiento, el grupo no informó a la Policía del deceso hasta más de 24 horas después, ya que creían que podían devolverle la vida a través de la oración, según recoge en su sentencia el tribunal.
Durante el juicio, los acusados, de edades comprendidas entre 22 y 67 años, se representaron a sí mismos, tras haber rechazado todos ellos representación legal, y se negaron a prestar declaración, lo que fue aceptado formalmente como una declaración de no culpabilidad.
La hermana mayor de la víctima, Jayde Struhs, de 23 años y quien abandonó la comunidad hace años, declaró en una entrevista con el Canal 7 en 2022 que la secta australiana The Saints no mantiene relación con ninguna iglesia y cree que "Dios lo cura" todo.
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