El presidente de Rusia no prescinde del humor incluso en asambleas internacionales. Uno de estos juegos de palabra no le hizo ninguna gracia a la canciller alemana Ángela Merkel.
Vladimir Putin tiene fama de ser un hombre frío. El periodista norteamericano y editor del New Yorker, David Remnick, dijo sobre él en su libro Reportero:"No es un hombre imaginativo ni con chispa. Es adusto, inteligente, competente y agradable, pero sin gracia". Sin embargo, esto contrasta con algunos pasajes de la carrera política del exmiembro de la KGB (policía secreta de la Unión Soviética) en la que ha recurrido con fino humor a explicar ciertas situaciones ásperas.
Durante la última cumbre del G20, el presidente de la Argentina, Mauricio Macri, intentó hacerle una broma relacionada con el fútbol al presidente ruso: "Messi y la selección darán la sorpresa y ganarán el Mundial de 2018 en Rusia", entre risas. Muy serio, Putin respondió: "'¿me está bromeando?". El humor de uno de los hombres más poderosos del mundo, evidentemente, no es el sudamericano ni el futbolero. Pero de que tiene humor, lo tiene. Queda demostrado en estos cinco momentos en los que hizo chistes en medio de asambleas internacionales y arrancó carcajadas y también una respuesta poco cómoda de la canciller alemana Ángela Merkel.
1. Sobre la coyuntura mundial:
"Ya conté una vez este viejo chiste, no puedo volverlo a contar. Bueno, se encuentran un pesimista y un optimista. El pesimista toma una copa de coñac y dice: huele como un clavo. El optimista corre hacia la pared, agarra el clavo, lo huele y dice: ¡huele a coñac!. Prefiero ser un pesimista que toma coñac que un optimista que huele clavos...".
2. Broma a los alemanes (parte I):
"No entiendo qué es lo que le disgusta a la sociedad alemana en el tema de la energía atómica. No quiero hacer ningún comentario sobre eso, pero, no entiendo. ¿Con qué van a encender la calefacción? No quieren gas, tampoco quieren desarrollar energía atómica. ¿Quieren hacer estufas de leña? Hasta para conseguir leña hay que ir a Siberia...".
3. Broma a los alemanes (Parte II - Ángela Merkel):
"Hay muchos chistes que se pueden contar sobre este tema (sobre las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Europa). No importa cómo actuar durante la luna de miel, al final el resultado final es el mismo".
4. Sobre la situación económica de Rusia en 2015:
"Tengo una historia sobre el tema. Se encuentran dos amigos, uno le pregunta al otro: ¿qué tal?, como una cebra, a veces blanco, a veces negro, responde. ¿Y ahora, qué color tienes?, pregunta uno de los amigos. Ahora soy negro, le responde. Luego de medio año se vuelven a encontrar y le pregunta otra vez: ¿ahora, cómo vas?, pues ahora negro, responde. ¿Cómo es posible si hace medio año también era negro?. No, creo que hace medio año realmente estaba blanco...".
5. Putin define la burocracia con un viejo chiste soviético.
"Un espía va a un edificio del KGB y dice: soy espía, quiero entregarme. ¿De dónde es?, le preguntan. De Estados Unidos, responde. Bueno, entonces vaya a la ventanilla número 5. Va a ese módulo y dice, buenos días, soy espía de EE.UU., quiero entregarme. ¿Tiene un arma?, le preguntan. Sí, responde. Entonces vaya a la ventanilla número 7. Y así pasa por otras tres ventanillas hasta que llega a la 20 y dice: buenos días, soy espía de EE.UU, tengo un arma y un dispositivo de comunicación, ¡quiero entregarme!, y le preguntan si tiene alguna misión. Sí, responde. ¡Bueno, vaya a hacerla y no moleste a quienes están trabajando!".
La sala se ríe. Es el humor ruso de Putin que solo entienden algunos.
*Las traducciones del ruso al español y la información fueron extraídas del portal Russia Beyond the Headlines.
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