Roberto Carlos tuvo su lado rockero en los años 60

Mientras el satélite ruso Sputnik orbitaba la tierra, echándole una mirada a la insondable oscuridad del espacio, un tocayo suyo surcaría poco después otros lares más cerca del suelo. Seguramente no se imaginaron los científicos involucrados en la carrera espacial que el legado de su invención se manifestaría en la forma de una banda de rock brasilera que tenía entre sus integrantes nada más y nada menos que al gran Roberto Carlos entre sus integrantes.

En el libro biográfico "Roberto Carlos: Os 70 anos do Rei", el ídolo de la canción romántica, cuenta que en busca de un estilo propio se unió a otros músicos con quienes formó un grupo de rock llamado "Sputnik", en alusión al mencionado satélite. Además, declara que la exploración en este género fue completa pues por esas épocas adoptó incluso la vestimenta representativa. Correas anchas y camisas abiertas con puños largos llenaban su guardarropa.

Al igual que en sus posteriores épocas de baladista, ya en ese entonces contaba con una verdadera marejada de fanáticas que lo seguía a todos lados. El intérprete de éxitos como Cóncavo y Convexo, Lady Laura, o Amada Amante confiesa que debido a esto se vio obligado a viajar a Santa Cruz en Bolivia para casarse con Cleonice Rossi Martinelli, su primera esposa, y que incluso durante los dos primeros años de matrimonio la noticia de la unión permaneció como un secreto. Entre otros recuerdos también habla sobre su adorada María Rita, ‘Nice’ como solía llamarla, su última esposa y a quien acompaño en su lecho de muerte mientras ella luchaba contra el cáncer.

Después de pasar por el rock, Roberto Carlos se dedicó al bosa nova, tras lo cual continuó con baladas. Durante esta etapa comprendida entre 1971 y 1980 grabó un disco por año salvo en 1976 que grabó dos. Los triunfos seguirían, al igual que más discos y reconocimientos. Y como suele decirse, el resto es historia.

Este sábado 26 de abril a las 9 p.m. en el Jockey Club del Perú no te pierdas a Roberto Carlos en concierto. Una oportunidad para disfrutar al lado de una autentica leyenda de la música.