Según personas que viven cerca a las playas, los pescadores son los que cometen estos actos contra los animales marinos.
Cinco tortugas marinas fueron encontradas agonizando el pasado 15 de junio en la Playa Amor, ubicada en la región Piura, según una denuncia publicada por Mongabay Latam. La evidencia indica que los animales fueron atacados con varillas de metal, que suelen utilizar embarcaciones pesqueras medianas conocidas como bolicheras.
Ataque. La bióloga marina Shaleyla Kelez, de la ONG Ecoceánica, dijo que el ataque se habría producido en la zona del arrecife de Punta Sal, lugar al que suelen acudir para alimentarse y que forma parte de la propuesta de la zona reservada del Mar Pacífico Tropical. También comentó que las tortugas suelen acercarse a las redes de las embarcaciones para comerse los peces y que al hacerlo se enredan por lo que los pescadores para librarse de ellas las matan.
Hallazgo. Úrsula Behr, junto a otros vecinos de la zona, encontró a las tortugas marinas agonizando y las trasladaron al muelle de la playa El Ñuro, donde especialistas locales las atendieron. A las pocas horas del rescate murió una de ellas, de la especie golfina. Las otras cuatro solo pudieron recibir una atención básica de un veterinario de la zona que no contaba con el espacio ni los instrumentos adecuados para tratarlas, por lo que las devolvieron al mar. “En mis 11 años de trabajo turístico aquí, es el ataque más sanguinario que he visto, les han partido el cráneo”, dijo.


Más animales heridos. La guía turística comentó que al parecer existen más animales heridos. “Hay playas como El Bravo en Punta Sal en donde solo se puede tener acceso utilizando cuatrimotos, ahí puede haber más”. Pero las tortugas marinas no son las únicas víctimas. Vecinos de la zona aseguran que es una historia que suele repetirse con los lobos marinos y los delfines.
Delfines muertos. Días antes del 15 de junio se encontró dos delfines de hocico largo muertos en las orillas del mar de Máncora. La causa de la muerte de estos animales no fue atribuida a la falta de alimento o a la marea alta porque uno tenía la cola cortada y el otro heridas profundas en el cráneo. Estos ataques a especies protegidas por las leyes peruanas, como las tortugas o los delfines, son reincidentes. “Hace 3 a 4 meses también hallamos una tortuga marina varada en el mar y un pescador intentó matarla para venderla”, dijo.
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