El historiador Jorge Basadre sostuvo que el “empirismo” del Estado es la tara que frustra nuestra realización como República. Este lunes tuvimos tres ejemplos que confirman esta tesis.
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Tratando de explicar porqué perdimos la Guerra del Pacífico el historiador Jorge Basadre elaboró la tesis de una doble tara que a lo largo de nuestra historia ha engendrado ciclos de derrota y frustración: el Estado empírico y el abismo social. Estado empírico quiere decir carecer de dirigentes dotados de profesionalismo y probidad, capaces de actuar por convicción y con una visión clara del tipo de país que queremos ser. Es casi inevitable pensar en el gran historiador de nuestra República cuando uno analiza tres decisiones tomadas este martes.
La primero es el desempeño de la Comisión Especial del Cambio Climático, que decidió impulsar la reorganización del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, SENAMHI. ¿Está seguro el presidente de esa comisión, William Monterola, que estamos en el momento oportuno para esa tarea? Según él la ley es obsoleta y no permite que el SENAMHI cumpla con los objetivos que le son propios.
¿Cuándo se dio cuenta del grave desfase entre nuestra institucionalidad y la realidad climática del Perú? ¿Cuándo supo que nuestro país figura entre los más vulnerables a los efectos del cambio climático? ¿Está seguro que debe convocar en las actuales circunstancias de emergencia a especialistas y funcionarios de INDECI, CENEPRED y del Comité de Estudio Nacional del Fenómeno del Niño, ENFEN, distrayéndolos de los esfuerzos para coordinar la acción conjunta del Estado ante una crisis en curso?
Aeropuerto clausurado
Un empirismo semejante habría inspirado a la Municipalidad del Callao cuando decidió “clausurar” el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Estamos hablando del símbolo mismo de las relaciones de nuestro país con el mundo entero, por ahí llegan y por ahí se van viajeros y turistas. ¿A quién se le puede ocurrir en su sano juicio clausurar ese espacio, aunque se aduzca como motivo la sanción a prácticas discriminadoras?
Por cierto que hay mucha discriminación en nuestro país y la que motivó la denuncia, discriminación por homofobia, es expresión de una intolerancia que grupos terroristas en nuestro país (durante los años noventa) y en el Medio Oriente (actualmente) han llevado hasta el crimen de odio. Pero la autoridad municipal no tiene competencia para clausurar un aeropuerto, como lo ha afirmado la Procuradoría del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, que anuncia una denuncia contra los responsables del despropósito.
Condenados y prófugos
Desdichadamente el Estado empírico lo seguimos teniendo en el Poder Judicial, necesitado con urgencia de una verdadera reforma. El día de ayer, se ha condenado a 27 años de cárcel a Fernando Zevallos, considerado uno de los más grandes narcotraficantes de nuestra historia. Han pasado 15 años desde que la actividad delincuencial de Zevallos se hiciera patente, gracias a los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos, es decir, lo mismo que estamos viviendo ahora con Odebrecht, de cuyas actividades corruptas nos enteramos gracias a la Fiscalía de Miami.
Pero, como si nuestro sistema judicial quisiera redondear su empirismo, la audiencia de hoy sirvió para que la también condenada Lupe Zevallos, hermana de Fernando Zevallos, aprovechara para darse a la fuga. Se añade una persona más a la nutrida lista de prófugos, encabezada por Alejandro Toledo, integrada por Jaime Yoshiyama y Félix Moreno, y desde esta semana por el empresario Gonzalo Monteverde y su cónyuge.
Felizmente que tenemos funcionarios que promueven la confianza en nuestro Estado: los miembros de la Comisión Especial que escogerá a los miembros de la Junta Nacional de Justicia, por ejemplo. O los responsables de la Cancillería que continúan promoviendo contra viento y marea una transición pacífica y constitucional en la castigada Venezuela.
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