El Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica de Perú (CAAAP) informó que durante la "fiebre del caucho" murieron más de 30.000 indígenas desplazados y explotados.
El 80 % del territorio amazónico del Perú está controlado por grandes empresas "extractoras de recursos" y 18 de los pueblos indígenas que lo habitan están en peligro, por lo que estas comunidades deben ser integradas en su desarrollo.
Así lo denunciaron en una entrevista con Efe Adda Chuecas y Manuel Cornejo, directora e investigador del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica de Perú (CAAAP), una organización dedicada a defender los derechos de los pueblos indígenas.
Cornejo es el responsable de la edición en español del "Libro Azul Británico", una recopilación de la masacre que sufrieron los indígenas de la región del Putumayo durante la "fiebre del caucho" a principios del siglo XX.
Se calcula que durante la "fiebre del caucho" murieron más de 30.000 indígenas desplazados y explotados.
"Ya no necesitamos del caucho natural pero hay otros recursos que guarda la Amazonía y que se siguen explotando de forma extractiva en lugar de apostar por un desarrollo sostenible", lamentó.
Empresas petroleras, hidroeléctricas, mineras o de monocultivos como la palma tienen el control del 80 % del territorio amazónico peruano.
"Por aquel entonces se tenía una visión de los pueblos indígenas como obstáculos para el desarrollo y a día de hoy esta visión no se ha eliminado del todo", aseguró Cornejo.
Según este investigador, 18 de los pueblos indígenas peruanos se encuentran en peligro de desaparición.
Chuecas recordó que "lo que ocurre en la Amazonía no es solo un asunto de los indígenas ni de los países en los que se encuentra sino que afecta a todo el planeta".
Por ello, la directora del CAAAP apeló al "conocimiento milenario" que los indígenas guardan de esta selva para que sean partícipes en un nuevo modelo de "desarrollo sostenible".
"No solo se tienen que proteger los territorios donde habitan, ellos tienen que convertirse en actores activos, ser consultados", opinó.
Chuecas y Cornejo reconocieron que desde la "fiebre del caucho" hasta hoy se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de los indígenas y ya "forman parte de la agenda de los Estados".
Sin embargo, se tienen que dar pasos en el "reconocimiento" de sus territorios y la aplicación de sus "derechos colectivos".
EFE
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