Informe revela una conclusión: que las líneas de Nazca eran en realidad templos al aire libre que los habitantes prehistóricos usaban para rezar.
Descifrar el significado de los extraños dibujos esculpidos en la tierra del desierto de Nazca (Perú), uno de los grandes misterios de la humanidad, es el cometido de "El secreto de las líneas de Nazca", un documental de National Geographic Channel.
El documental, que recurre al hallazgo reciente de un cadáver decapitado y enterrado ceremoniosamente, parte de la teoría de que en un entorno tan hostil los habitantes prehistóricos tenían que realizar actos realmente impresionantes para adorar y congraciarse con sus deidades.
Junto a la tumba, hallada por la especialista en arqueología precolombina Christina Conlee, se encontró también una jarra de cerámica en cuya parte inferior se dibujaba una cabeza -un símbolo recurrente en la cultura de Nazca- de la que brotaba un árbol con diferentes ramas.
"Puede ser un símbolo de fertilidad y también la idea de que necesitas una cabeza para ir a la otra vida si no tienes tu cabeza real. Creo que se trata de un ritual relacionado con el sacrificio, con la fertilidad para traer agua a la región que es muy seca", explica Conlee en una entrevista a Efe.
"Creo que durante mucho tiempo la gente ha estudiado las líneas en sí mismas, pero en los últimos veinte años los arqueólogos hemos buscado en la propia cultura Nazca, ahora se trata de entender a las personas que hicieron las líneas", agrega la arqueóloga.
El documental, que recurre a la tecnología más avanzada para realizar un mapa de las líneas, retoma la localización de la tumba y el acto ceremonial que ésta simboliza para esbozar una conclusión: que las líneas de Nazca eran en realidad templos al aire libre que los habitantes prehistóricos usaban para rezar.
Las Líneas de Nazca, unos 15.000 dibujos, fueron descubiertas a finales de la década de 1920 -cuando empezaron a funcionar los vuelos comerciales entre Lima y la ciudad sureña de Arequipa- y son atribuidas a los pueblos preincaicos que habitaron las zonas costeras al sur de la capital de Perú entre los siglos III a.C. y VII d.C.
-EFE
El documental, que recurre al hallazgo reciente de un cadáver decapitado y enterrado ceremoniosamente, parte de la teoría de que en un entorno tan hostil los habitantes prehistóricos tenían que realizar actos realmente impresionantes para adorar y congraciarse con sus deidades.
Junto a la tumba, hallada por la especialista en arqueología precolombina Christina Conlee, se encontró también una jarra de cerámica en cuya parte inferior se dibujaba una cabeza -un símbolo recurrente en la cultura de Nazca- de la que brotaba un árbol con diferentes ramas.
"Puede ser un símbolo de fertilidad y también la idea de que necesitas una cabeza para ir a la otra vida si no tienes tu cabeza real. Creo que se trata de un ritual relacionado con el sacrificio, con la fertilidad para traer agua a la región que es muy seca", explica Conlee en una entrevista a Efe.
"Creo que durante mucho tiempo la gente ha estudiado las líneas en sí mismas, pero en los últimos veinte años los arqueólogos hemos buscado en la propia cultura Nazca, ahora se trata de entender a las personas que hicieron las líneas", agrega la arqueóloga.
El documental, que recurre a la tecnología más avanzada para realizar un mapa de las líneas, retoma la localización de la tumba y el acto ceremonial que ésta simboliza para esbozar una conclusión: que las líneas de Nazca eran en realidad templos al aire libre que los habitantes prehistóricos usaban para rezar.
Las Líneas de Nazca, unos 15.000 dibujos, fueron descubiertas a finales de la década de 1920 -cuando empezaron a funcionar los vuelos comerciales entre Lima y la ciudad sureña de Arequipa- y son atribuidas a los pueblos preincaicos que habitaron las zonas costeras al sur de la capital de Perú entre los siglos III a.C. y VII d.C.
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