Al término de la procesión, los acompañantes acuden a la casa de los mayordomos para degustar viandas y bebidas.
La imagen del Niño Nakaq (degollador) recorre desde el mediodía las calles del centro histórico de la ciudad de Ayacucho en compañía de numerosos fieles.
Está ubicada en un anda de grandes dimensiones elaborada en base a cera en forma de cirios, choclos y flores.
Al término de la procesión, los acompañantes acuden a la casa de los mayordomos para degustar viandas y bebidas y luego salir en araskaska para el “tira jarro”.
El Niño Ñakaq mide 20 centímetros, porta un puñal y es acompañado de un militar de color de similar tamaño.
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