La pesca ilegal con explosivos está arrasando con los bancos de especies marinas en Áncash, según denuncian pescadores artesanales. Las autoridades no logran capturar a los criminales que operan en el puerto y caletas de las provincias de Huarmey y Casma.
Por Laura Urbina
Los bancos de especies marinas como pejerrey, calamar, congrio, chita y cabrilla están siendo arrasados por la pesca ilegal con explosivos, principalmente dinamita, que según los pescadores, desde hace 50 años, opera con total impunidad en el mar de las provincias de Casma y Huarmey, en la región Áncash. Los pescadores artesanales lamentan esta situación.
“La pesca con explosivos es sumamente dañina. Ellos destruyen todo, no hay nada que se salve con la pesca con explosivos”, indicó un pescador a RPP Noticias.
Los “bomberos” o “coheteros”, como se les conoce, llegan de Barranca, en Lima, y Chimbote, señalan los hombres de mar. Luego se camuflan como buzos o pescadores comunes, e ingresan por la noche a zonas como Playa Grande, Los Muelles, Las Mesas, Grita Lobos, y Erizo. Allí capturan hasta una tonelada de recurso detonando dinamita. Andrés Guerra Moscoso, pescador de la caleta de Culebras, lo detalla.
“Nuestra zona es muy rica en especies bentónicas (que se entierra en la arena), pero todo es depredado por estos señores que irresponsablemente usan este tipo de artimañas para extraer hasta una tonelada de especies. Antes existían bancos naturales, pero a raíz de estos pescadores fortuitos, que utilizan dinamita, las especies han migrado y las consecuencias las estamos pagando nosotros”, expresó a RPP Noticias.
Especies depredadas
El litoral de Huarmey, en Áncash, guarda hermosos parajes y bancos naturales de flora y fauna está siendo depredada y ahuyentada. Esto perjudica directamente a más de mil pescadores artesanales de las caletas y puerto, quienes se quedan sin recursos para pescar y sostener a sus familias.
Los trabajadores del mar temen denunciar esta actividad de pesca ilegal, ya que son amenazados por los hampones. Así lo revela Manuel Castañeda, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales Alfredo Cruz de Culebras.
“Nosotros hemos hecho justicia con nuestras propias manos, pero lastimosamente aquí somos amenazados. Yo he sido amenazado en varias oportunidades, me dijeron señor Castañeda con usted no podemos, pero con sus hijos, sí. En pocas palabras: en boca cerrada no entran moscas”, manifestó.
La pesca ilegal con explosivos causa un daño irreversible al ecosistema marino, por ello se sanciona con una pena entre 4 y 7 años de cárcel. Sin embargo, la fiscal Evelyn Lamadrid Vences, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental del Santa, reconoce que “bastante difícil” desarticular estas bandas que operan en Huarmey y Casma.
“Su modus operandi está muy bien organizado y hasta el momento no se les ha podido capturar, a pesar de que la Fiscalía ha hecho el esfuerzo juntamente con el Ministerio de la Producción para atrapar a los pescadores con explosivos. Pero no vamos a tirar la toalla y vamos a lograr identificar a los pescadores ilegales que realizan esta actividad”, añadió.
Pesca ilegal: Sin logística ni normativa
La Dirección Regional de Áncash asegura que tampoco tienen las herramientas para fiscalizar la pesca ilegal. El director regional de la Producción, Pablo Cordero Silva, dijo que hay escasa vigilancia en las zonas de captura por falta de vehículos terrestres y marítimos; y hace falta un protocolo del Ministerio de la Producción, para determinar que las especies marinas fueron capturadas con dinamita.
“Esos delincuentes se desplazan en las playas desoladas del litoral de las provincias de Huarmey y Casma y nosotros no tenemos la logística necesaria para desplazarnos. En muchas oportunidades los han detenido, pero no existe un protocolo que tenga un valor científico para demostrar que los recursos fueron capturados con explosivos, a pesar de que física y sensorialmente uno sabe”, expresó.
El jefe de la Capitanía del Puerto de Supe, Miguel Navarro, asevera que están intensificando los patrullajes e ideando nuevas estrategias para combatir la pesca con explosivos en esta zona, pero necesitan una voz de alerta, por eso invocó a los pescadores artesanales a denunciar este ilícito.
“Se tienen los elementos necesarios que con una estrategia correcta se puede llegar a buenos resultados. Hay comentarios, pero ninguno se anima a denunciar. Hago un llamamiento a las personas locales, que son perjudicadas con este tipo de pesca, a que los denuncien o den la información necesaria para poder detenerlos”, afirmó.
Pesca ilegal: Artesanales se organizan
Antes lo que consideran una inoperancia del Gobierno Regional de Áncash, la Fiscalía y el Ministerio de Producción, un grupo de pescadores cordeleros de la bahía de Samanco, en la provincia del Santa, tomaron acciones y han conseguido que los “bomberos” o “coheteros” no depreden la playa La Cocina. Max Araujo Zegarra, pescador artesanal en Peñas, cuenta a RPP Noticias de qué manera se defienden de la dinamita.
“Nosotros trabajamos hace años y cuidamos la zona de la pesca con explosivos, nos defendemos con piedras y ondas porque no podemos usar otro tipo de armas. Hemos hecho las denuncias y nunca nos han hecho caso”, indicó.
La captura con explosivos está prohibida por la Ley General de Pesca, pero erradicarla solo dependerá de la voluntad de las autoridades fiscalizadoras. De lo contrario, Ancash se irá quedando sin recursos marinos y sus pescadores, con menos empleo.
NUESTROS PODCASTS:
EP03 | Pesca ilegal en el Perú II: La amenaza continúa en el litoral de Arequipa, Lambayeque, Piura y Tumbes
- La pesca ilegal está consumiendo las especies en todo nuestro litoral. Desde RPP, volvemos a ponerle el foco a este tema acercándonos a las costas de Arequipa donde 6 mil 500 pescadores artesanales denuncian un perjuicio a su labor debido a actividades no reguladas en el mar. En Paita es un problema constante, donde el 20% de las embarcaciones no están formalizadas. Mientras que, en Talara, la informalidad ataca a las especies protegidas. En el mar de San José y Mórrope, en la región Lambayeque, hasta 80 embarcaciones utilizan el método de pesca de chichorro operan informal e ilegalmente. El mar tumbesino, por su baja profundidad dentro de las cinco millas, es un espacio privilegiado para el desove y reproducción de especies marinas. Sin embargo, toda su biodiversidad es amenazada por 128 embarcaciones que capturan toneladas de recursos sin control… Pablo Rojas, Guioconda García, Abraham Ibáñez y Gustavo Guarnizo nos lo cuentan desde estos lugares.
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