El congresista invocó a la dirigencia de Solidaridad Nacional "no dejarse presionar por nadie".
Tras el anuncio de que el partido Solidaridad Nacional evalúa separarlo de la bancada por sus vínculos con César Álvarez, el congresista Heriberto Benítez indicó que esa medida sería "abusiva y desproporcionada".
"No he cometido absolutamente nada para merecer eso; por el contrario, soy agraviado porque denuncié a cuatro fiscales que violentaron un domicilio y cometieron abuso de autoridad", anotó en declaraciones a la prensa.
Por ello, invocó a la dirigencia de Solidaridad Nacional "no dejarse presionar por nadie y no cometer esa clase de actos".
En opinión de Benítez, debe haber una mala interpretación de las declaraciones de Gustavo Rondón, vocero de la bancada parlamentaria de Solidaridad Nacional, quien este lunes en la mañana dio a conocer la posibilidad de sancionar a Benítez.
Benítez es sindicado como presunto propietario del inmueble en el que funcionaba la denominada "centralita", lugar que presuntamente se espiaban las comunicaciones telefónicas de los opositores al presidente regional de Áncash, César Álvarez.
El legislador negó participación en esos hecho y dijo que su accionar se limitó a pedir sancionar al fiscal que intervino el referido lugar por abuso de autoridad; hecho que, según dijo, fue confirmado por otro representante del Ministerio Público.
El parlamentario indicó, asimismo, que las denuncias en su contra son promovidas por el miembro accesitario de la lista de candidatos de Solidaridad Nacional al Congreso y que ingresaría a este poder del Estado en caso sea desaforado.
"En Áncash todos saben eso, pero no dicen nada", anotó.
Benítez dijo que continuará poniendo "las manos al fuego" por Álvarez, mientras no se demuestre su responsabilidad en actos de corrupción o en los atentados contra la vida de sus opositores.
Andina
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