¿Más horas de clase? ¿Priorizar competencias del currículo escolar? ¿Tutorías? En el mundo ya se debate y se toman decisiones sobre cómo recuperar los aprendizajes que se perdieron durante la pandemia. En esta nota, recogemos la posición de expertos para el contexto peruano.
El retorno a clases en 2022 ya está en su cuenta regresiva y se enfrenta al reto de recuperar aprendizajes, luego de dos años de escolaridad a distancia. Un reciente informe del Banco Mundial, Unesco y UNICEF ha alertado que los aprendizajes perdidos en estos años podrían debilitar a toda una generación de estudiantes. El Perú no es ajeno a esta realidad, teniendo en cuenta que ha sido uno de los últimos países que inició un retorno a la semipresencialidad. ¿Cómo podemos recuperar los aprendizajes perdidos? En este informe de RPP, recogemos las recomendaciones de expertos.
La educadora Liliana Muñoz indicó que lo primero que se debe hacer es un diagnóstico, en base a la priorización de los ejes temáticos que fueron determinados por el Ministerio de Educación en este tiempo.
Luego de conocer ese diagnostico, se podrán establecer las estrategias para recuperar aprendizajes perdidos o nivelar los aprendizajes. “Muy probablemente, dependiendo de la zona territorial, de las condiciones que hayan tenido y de los mismos maestros, los aprendizajes se han adquirido en distintos niveles. Las estrategias tienen que atender las diversidades que habrá en las aulas y los diferentes contextos”, señaló.
Para la psicóloga educacional Cecilia Ramírez, el año escolar 2022 debe constar en sus inicios de una evaluación a nivel de todo el sistema educativo que vea tanto los aprendizajes como lo socioemocional.
“Deberíamos tener información a nivel de sistema y a nivel de escuela”, refirió Ramírez. Recordó que en el 2020 se entregó a los docentes unas evaluaciones para los estudiantes de secundaria con el objetivo de conocer sus logros de aprendizajes en matemática y comunicación. “Los docentes necesitan saber este diagnóstico, saber en qué estado llegan los estudiantes para poder organizarlos internamos y organizarse ellos también”, dijo.
La Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) es una evaluación estandarizada que realiza el Ministerio de Educación para conocer los logros de aprendizaje de los estudiantes. La última que se realizó fue en el 2019.
Humberto Perez-León, educador y magister en Cognición, Aprendizaje y Desarrollo por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), indicó que implica un reto poder aplicar una prueba estandarizada para determinar los aprendizajes y compararlo con los resultados de las pruebas de años anteriores. “Las circunstancias en las cuales se miden a los estudiantes son distintas”, dijo, y añadió que las evaluaciones no podrían ser comparables y podrían traer problemas de interpretación.
Adicionalmente, consideró que hay un reto técnico de aplicar una prueba estandarizada “No es lo mismo aplicar una prueba por computadora. Eso puede traer barreras de algunos estudiantes que no responden a ciertas preguntas, no es porque no las sepan, sino porque no saben utilizar el aparato, estudiantes que responden desde celular y otros que respondan desde laptop. Puede haber barreras no porque no sepan, sino porque el smartphone es más chiquito y no pueden leer las coas adecuadamente. Entonces es difícil saber cuánto ha caído el aprendizaje, prepandemia y durante pandemia”, dijo.
Consideró que el 2020 y el 2021 no se pudo hacer una prueba de logros de aprendizajes debido a que la única manera de hacerlo hubiera sido virtual. “De manera virtual, solamente entran aquellos que tienen los aparatos, dispositivos adecuados para rendir la evaluación de manera virtual con lo que quedaba excluida una gran parte de la población, y eso sesga los resultados y las diferencias que uno pueda hacer con los resultados”, dijo.
Medidas
Pérez León indicó que se trata de realizar estrategias diferenciadas, de acuerdo a la realidad territorial. “No aplica la misma estrategia para estudiantes de Lima con estudiantes de zona rural. Si hay posibilidad de direccionar presupuestos, estos tienen que ir a los estudiantes más vulnerables para atacar los grandes bolsones deficitarios de aprendizajes que vamos a tener y que es en la zona rural. Dentro de la zona rural, la Amazonía es donde históricamente se han concentrado los resultados más bajos de aprendizajes”, indicó.
En el mundo se discute qué medidas se pueden adoptar para recuperar los aprendizajes no alcanzados durante este periodo de pandemia. Se recomienda el aumento de horas de clase, la atención personalizada y la priorización curricular.
Ramírez opina que la priorización curricular es un elemento fundamental a tomar en cuenta en el 2022, debido a que el docente recibirá alumnos con diferentes niveles de logros de aprendizajes. “Se tiene que decir, estas son las competencias que se van a priorizar sí o sí. El profesor se va a abrumar, porque le van a llegar estudiantes de diferentes niveles. Si bien es cierto que el profesor está acostumbrado a esto, el próximo año podría haber alumnos que no hayan tenido acceso al servicio en dos años, otros habrán accedido muy poco y otros de forma regular. La variedad que va a tener que enfrentar el próximo año el docente será bastante grande. Es fundamental poder priorizar las competencias”, dijo.
Asimismo, consideró que no se puede descartar realizar ajustes en el calendario escolar y en la jornada de clases. “Se puede ampliar las jornadas diarias de clases o los días de la semana y pensar en sábados o domingos. Y ¿por qué no utilizar enero y febrero para los chicos que no hayan tenido posibilidad de acceder al sistema? Será necesario un pago extra a los docentes. De que se puede hacer, se puede hacer. La cuestión es decisión y poder gestionarlo adecuadamente”, dijo.
Para Pérez-León, no se trata de aumentar las horas de clase, sino de aumentar la calidad de las horas que ya existen. “Ha habido programas desde el Ministerio de Educación, como la jornada escolar completa (JEC), que apuntaba a ellos: aumentar horas de clase. Sin embargo, ha habido evidencia mixta sobre los resultados de la jornada escolar completa, la cual nos indica que los primero es consolidar las horas que ya existen antes de aumentar”, sostuvo.
En torno a la atención personalizada a estudiantes, Ramírez sostuvo que es necesario, debido a que se trata de nivelar a los estudiantes que se encuentran más atrás para evitar que aumente la brecha. “Si la brecha se sigue aumentando en un momento se puede tornar en la discontinuidad educativa: chicos que se quedan atrás y terminan saliendo del sistema”, dijo y reiteró que debe haber un liderazgo desde el Ministerio de Educación para “pensar fuera de la caja”.
“El sistema no puede seguir funcionando como ha sido hasta ahora. El profesor necesita del apoyo de auxiliares, voluntarios para refuerzo escolar para la parte socioemocional. Tiene que tener esa flexibilidad la escuela para poder organizarse y aprovechar todos los apoyos que se puedan dar. Si significa horas extras del profesor con pagos extras, también debería pensarse ya en esto”, dijo.
Profesores motivadores
Para Muñoz, el retorno a clases también implicará que los profesores innoven para alejarse de la manera tradicional de impartir clases. “Esa recuperación de aprendizajes no puede ser de manera tradicional, donde el niño participa de manera pasiva, sino que esas horas adicionales tendrán que trabajar el aspecto socioemocional”, dijo.
“Muchos de los estudiantes han tenido el control estos años: si quieren te escuchan o no, apagan su ordenador o no, o ven o no Aprendo en Casa. Los profesores tenemos el gran reto de despertar el interés y motivación de los niños y jóvenes. Para lograrlo, lo primero que tenemos que trabajar es la parte social, afectiva. Esa una condición importante, uno de los factores que incide en el aprendizaje”, añadió.
Una estrategia para los docentes en su retorno y reencuentro con sus estudiantes es poder restablecer un vínculo con ellos. “Que el profesor abra su corazón y mente y les diga a sus estudiantes cómo se han sentido. El profesor tiene que ser autentico. Tienes que decirles si ha llorado, si tuvo miedo, que los ha extrañado y que se siente feliz de volver a la escuela y escucharlos. Esa es la manera de volver a conectar a sus estudiantes y conocerlos nuevamente”, dijo.
GR 2021 | INFORME: Recuperación de aprendizajes en educación
Tras dos años de escolaridad a distancia el gran reto de la educación en su retorno a las escuelas será recuperar aprendizajes perdidos que podrían debilitar a una generación entera. El año escolar debería iniciar con una evaluación de todo el sistema educativo y una priorización curricular.
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