La tecnología en impresoras 3D avanza y ya permite fabricar objetos que van desde reemplazos a huesos y partes humanas, hasta autos e incluso casas.
(Agencia N+1 / Daniel Meza) La revolucionaria técnica de las impresiones 3D deslumbra actualmente en campos tan diversos como la arquitectura, la salud, la bioingeniería, el arte, la comida, la música o la aeronáutica y parece no tener límites. Sus alcances maravillan al propio Chuck Hull, quien desarrolló por primera vez esta tecnología en los años 80 para posiblemente volverla una de las más influyentes en el presente y el futuro. Te presentamos algunos de los casos más fascinantes, que son premonición de muchas otras creaciones que seguramente que están por venir.
Las impresiones 3D prometen ser un recurso de infinita utilidad para la medicina. Científicos de la Universidad Northwestern de Illinois crearon el mes pasado una tinta de impresión 3D capaz de fabricar implantes de hueso artificiales que a su vez ayudan a la regeneración ósea y al crecimiento. Los detalles de esta invención fueron publicados en la revista Science Traslational Medicine. La misma, que ya ha sido probada con éxito en animales, podría ser de gran ayuda para niños con defectos y cuyos huesos están en crecimiento, dado que es elástica y no necesitaría de repetidas intervenciones.
Asimismo, contribuyen con la fabricación de extremidades prostéticas abaratando costos y procedimientos. Una mano biónica, diseñada por la firma japonesa exiii, habría costado decenas de miles de dólares hace unas décadas. Hoy, con una impresora 3D, puede hacerse con menos de 300 dólares. La firma solo debió encargarse de modelar el brazo en el ordenador. La prótesis, llamada HACKberry, está disponible para que cualquiera la pueda descargar.
Las impresiones tridimensionales también alcanzan a la industria automotriz. El cuerpo de este auto eléctrico fue hecho en una sola pieza por una impresora 3D gigante en Chicago, en el 2014. Tomó 45 horas para imprimirse, y luego el resto de las partes mecánicas fueron hechas usando métodos convencionales. Algunos otros vehículos han continuado siendo impresos en 3D, incluyendo un nano-auto de carrera.
Entre las impresiones a gran escala, la compañía china HuaShang Tengda imprimió una casa entera de dos pisos en Beijing. Primero, la empresa hizo la estructura de la casa y luego la recubrió de concreto usando una gigantesca impresora 3D. Su construcción demandó solo 45 días —desde el inicio hasta el final: métodos tradicionales normalmente se toman meses para lograr los mismos resultados.
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