Los agricultores han visto en este descubrimiento la salvación de sus cultivos contra la plaga que ataca a sus papas, tomates, pimientos y berenjenas.
Con el fin de combatir el hambre a nivel mundial, bioingenieros británicos crearon las primeras "súper papas" genéticamente modificadas.
Los tubérculos son fruto de una mutación de sus proteínas. Las plantas resultan totalmente resistentes al tizón tardío, el hongo que se considera el peor enemigo de todas las solanáceas, según informa The Telegraph.
Los agricultores lo identifican también con su nombre en latín: phytophthora y han visto en este descubrimiento la salvación en contra de la plaga en sus papas, tomates, pimientos y berenjenas.
Todos los remedios químicos existentes solo permitían salvar entre el 30% y el 65% de la cosecha promedia anual, una vez desatado el brote del tizón tardío.
Solo en Reino Unido hasta 6 millones de toneladas de las patatas producidas se tiran a la basura anualmente tras ser afectadas por este hongo.
"La genética es mejor que la química para controlar la enfermedad", sostiene Jonathan Jones, integrante del colectivo científico de Norwich.
Si en al pasado se hubiera creado una variedad de papa genéticamente modificada, se habría podido evitar algunas hambrunas, como la irlandesa de los años 1840, atribuida al brote del tizón tardío.
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