La prueba ayudará a pacientes que padezcan de claustrofobia a que se sientan más cómodos al momento de ingresar a la máquina.
La aplicación de pequeños ajustes en la técnica del diagnóstico de imagen por resonancia magnética (MRI)dará paso a la creación de máquinas con espacios más cómodos para el paciente.
Así lo afirma hoy un equipo de investigadores del Institute for Biomedical Engineering, el Instituto Federal de Tecnología (ETH) y la Universidad de Zürich (los tres en Suiza) en un artículo publicado hoy en la revista científica británica "Nature".
La resonancia nuclear magnética es el método experimental más versátil en química, física y biología, ya que permite estudiar la estructura y dinámica de la materia a escala molecular.
Su variante de imagen, la MRI, se utiliza para investigar la anatomía, la fisiología y el metabolismo del ser humano.
Sin embargo, pese a la precisión y utilidad del método, algunos pacientes con claustrofobia pasan un auténtico calvario al someterse a esta prueba debido al pequeño espacio en forma de tubo en el que deben permanecer quietos durante unos minutos.
El equipo investigador ha desarrollado algunos ajustes en la técnica de detección de la resonancia magnética que permiten una mejor cobertura del sujeto/objeto analizado y mayor espacio en el dispositivo.
Hasta ahora, las técnicas tradicionales de MRI para producir imágenes de alta resolución se basaban en la proximidad entre el detector y el objeto que se quiere estudiar.
Sin embargo, los científicos han logrado que la señal de magnetización nuclear utilizada para conseguir esas imágenes se detecte desde una distancia mayor gracias a ondas viajeras de radiofrecuencia enviadas y recibidas por una antena.
Estas ondas pueden ser guiadas por el espacio instalando un forro conductor especializado en el dispositivo.
Este cambio permite que la fuente y el detector de las ondas se sitúen al final del imán del dispositivo, lo que deja mayor espacio para el paciente.
Además, este mecanismo lleva a cabo una cobertura más uniforme de las muestras que debe analizar, permite estudiar objetos más grandes y abre el camino a nuevos experimentos de resonancia magnética.
El mayor espacio disponible ofrece la oportunidad de ubicar equipamiento adicional en la máquina, como dispositivos de estimulación para posibles estudios de la función cerebral. EFE
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