Las abejas productoras de miel buscando alimento en ciudades pueden visitar un abanico más amplio de especies florales que las que viven en zonas rurales.
Las abejas del siglo XXI tienen espíritu
de urbanitas y por mucho que las junglas de cemento no parezcan su
entorno ideal, las prefieren al medio rural moderno, según un
estudio difundido hoy por la Universidad de Worcester (Reino Unido).
La investigación constató que las abejas productoras de miel buscando alimento en ciudades pueden visitar un abanico más amplio de especies florales que las que viven en zonas rurales.
El descubrimiento surgió del análisis de las muestras de 10 colmenas de todo el país propiedad de National Trust, el gestor del patrimonio natural británico, con el objetivo de conocer como influye en la salud de las abejas las flores en que se nutren.
Los investigadores encontraron en las muestras de un centro urbano como Londres grandes cantidades de polen procedente de rosas, eucaliptos y bayas del saúco, y en las de la Universidad, a las afueras de la localidad de Worcester (centro de Inglaterra), grandes cantidades de polen de azucenas, moras y canola.
Por contra, en alguna de las colmenas en emplazamientos rurales del National Trust, como en los condados de Yorkshire (norte de Inglaterra) y Somerset (suroeste), primaba el polen procedente de la colza oleaginosa y casi no había trazas de otras flores.
Los investigadores recordaron que los niveles de nutrición de las abejas dependen de la variedad de las flores en las que se alimenten y que las que encuentran su sustento enteramente en cosechas industriales corren un riesgo mayor para su supervivencia.
Esta sería, en principio, la razón por la que las abejas se han trasladado mayoritariamente a los núcleos urbanos, aunque los investigadores subrayaron que son necesarios nuevos estudios.
Matthew Oates, asesor del National Trust, manifestó en un comunicado que se trata de "un descubrimiento muy interesante en su fase inicial, que aparentemente respalda lo que hemos sospechado desde hace tiempo, que las abejas de hoy en día viven mejor en entornos urbanos que en el entorno rural moderno". EFE
La investigación constató que las abejas productoras de miel buscando alimento en ciudades pueden visitar un abanico más amplio de especies florales que las que viven en zonas rurales.
El descubrimiento surgió del análisis de las muestras de 10 colmenas de todo el país propiedad de National Trust, el gestor del patrimonio natural británico, con el objetivo de conocer como influye en la salud de las abejas las flores en que se nutren.
Los investigadores encontraron en las muestras de un centro urbano como Londres grandes cantidades de polen procedente de rosas, eucaliptos y bayas del saúco, y en las de la Universidad, a las afueras de la localidad de Worcester (centro de Inglaterra), grandes cantidades de polen de azucenas, moras y canola.
Por contra, en alguna de las colmenas en emplazamientos rurales del National Trust, como en los condados de Yorkshire (norte de Inglaterra) y Somerset (suroeste), primaba el polen procedente de la colza oleaginosa y casi no había trazas de otras flores.
Los investigadores recordaron que los niveles de nutrición de las abejas dependen de la variedad de las flores en las que se alimenten y que las que encuentran su sustento enteramente en cosechas industriales corren un riesgo mayor para su supervivencia.
Esta sería, en principio, la razón por la que las abejas se han trasladado mayoritariamente a los núcleos urbanos, aunque los investigadores subrayaron que son necesarios nuevos estudios.
Matthew Oates, asesor del National Trust, manifestó en un comunicado que se trata de "un descubrimiento muy interesante en su fase inicial, que aparentemente respalda lo que hemos sospechado desde hace tiempo, que las abejas de hoy en día viven mejor en entornos urbanos que en el entorno rural moderno". EFE
Comparte esta noticia