Desde hace unos meses, NIUSGEEK tiene a prueba a uno de los equipos de gama media con serias especificaciones de almacenamiento y batería. Compartimos nuestras impresiones del ZTE V Smart.
Los teléfonos de gama media han comenzado a ponerse atractivos a la fuerza. Ya dejaron de ser esos dispositivos con una o dos características destacables dentro de un concepto sin sobresaltos, y ahora adoptan tecnología que solo veíamos en la gama alta hace dos o tres años. ZTE es una de esas marcas que mantiene presencia en el sector, y este equipo no debería pasar desapercibido en ese competitivo sector. Esta es la opinión de NIUSGEEK sobre el ZTE V Smart.
Estas son las especificaciones del equipo:
Un teléfono para manos grandes
Estamos ante el estándar de construcción de los últimos dos años: pantalla alargada con notch en gota, borde inferior ancho para alojar conectores y un acabado en plástico. Nada fuera de lo normal, salvo el color. En la tapa trasera, el “duo tono” brillante escogido por ZTE es sensacional.
En la parte superior mantenemos el ingreso para audífonos, mientras que en la base descansa el puerto USB-C y el parlante. Al lado izquierdo tenemos la bandeja para SIM y microSD, mientras que a la derecha contamos con los botones de volumen y bloqueo. Detalle adicional: tenemos un LED notificador en la esquina superior derecha.
La tapa trasera exhibe el arreglo cuadrado de tres cámaras y flash un poco por encima del sensor de huellas y manteniendo el resto del diseño en blanco para destacar el degradé de colores. En la caja encontraremos una funda cómoda y resistente. Te recomiendo usarla, porque el equipo es muy sensible a los rayones en la tapa trasera.
Pantalla grande que no está a la altura
Pese a que contamos con un panel IPS de 6,49 pulgadas, algo grande en la categoría, vamos a encontrar algunas limitaciones inesperadas. La primera es que solo tenemos acceso a 720p de resolución, y que todo el contenido multimedia de YouTube, Netflix y otras plataformas tendrán este cuello de botella.
Lo otro tiene que ver con la calidad de color. Por momentos el contenido se torna un poco pastel, y carece de profundidad y detalle debido a la baja densidad de píxeles por pulgada (265 para este tamaño de panel). Es el punto más bajo en la experiencia de uso del equipo.
Por momentos, la respuesta táctil no es tan eficiente. Suelo usar los equipos con Android bajo el sistema de gestos, y aquí el paso de apps con movimientos rápidos no era muy veloz, y en algunos casos la pulsación sobre el teclado no respondía.
Un software muy poco manoseado
ZTE ha apostado, inteligentemente, a no meterle demasiada mano a la capa nativa de Android 9 “Pie”. La experiencia es casi pura, y solo contamos con un apartado de personalización en medio del menú, y que apunta a darnos algunas opciones claves:
Teclas de navegación | Grabar pantalla | Encendido/apagado programado | Z-POP (un botón flotante con opciones rápidas) | Gestos y movimientos (maneras en las que sujetamos o movemos el equipo para ciertas funciones)
Si bien esta capa resulta útil, hay herramientas mal implementadas, como encender la linterna con gestos. En el caso de los Motorola funciona sin problemas y en todo momento. En este ZTE trabaja de manera muy antojadiza.
En el caso de parches de seguridad, la última actualización disponible es del 5 de marzo de 2020, así que tan mal no andamos.
Hablemos de las cámaras
Contamos con un trío de cámaras que, pese a la categoría, entrega múltiples opciones de disparo. En el trío de cámaras, además de añadir el tradicional angular/gran angular, coloca un sensor de profundidad para añadir un modo “monocromo” y un mejor efecto Bokeh.
En video, el equipo es capaz de registrar hasta en 1080, pero solo podemos usar el lente principal. Es una pena que el gran angular no esté disponible para ese disparo.
La cámara delantera va bien para fotos, pero suele virar al rosa los rostros en el caso del video.
El hándicap que encontré en mis pruebas fue el tiempo entre el disparo y el reconocimiento de imagen. Cuando disparas con el equipo, a veces demora en coger la imagen y almacenarla, generando un barrido si te mueves apenas disparas la foto. Debes disparar, esperar hasta que se guarde la imagen – poco menos de un segundo – y recién ahí poder moverte para asegurar la claridad de la toma.
Es un equipo de regular uso para las fotos, hay que tener un poco de paciencia para dominar el timing. Además, aprender a convivir con el matiz de colores que la pantalla entrega es otro asunto.
Un rendimiento que sorprende
En este caso, nos encontramos con un Mediatek de 12 nanómetros y un empuje de 4GB de RAM, junto a la Mali G72 para gráficos. En conjunto, es una experiencia grata para la gama en la que compite.
En el caso de las llamadas, he tenido la chance de tener una calidad dentro de lo que el pequeño altavoz permite. La conectividad anda bien, incluso para la velocidad 4G, y la geolocalización está dentro de lo esperado.
Respecto a la multimedia tenemos radio FM y salida para audífonos, pero hay dos detalles que no aportan a la experiencia: la resolución de la pantalla y la calidad de la bocina principal. En el caso del panel, todo el contenido se ajusta a los 720p y no hay forma de escalar la calidad. En el caso de la bocina, comenzamos a tener distorsión en las voces a poco más del 50% del volumen total – eso ocurrió con mi unidad d e prueba, por lo menos – y afecta también a la música.
El sensor de huellas funciona bien, y agradezco que este integrado realmente sea eficiente y veloz para el desbloqueo del equipo. No tenemos desbloqueo facial, pero el acceso con el sensor trasero es eficiente.
En líneas generales, estamos ante un equipo que funciona bien bajo presión, pero que a veces falla en la multitarea por la respuesta del panel. Lo tuve corriendo Pokémon GO y Airline Commander sin problemas, pero a veces el paso de apps no era tan veloz.
La batería es todo
En un equipo de pantalla de poca resolución y un procesador de consumo limitado, no podemos tener una autonomía menor cuando le añadimos 5000 mAh de autonomía. Este equipo ha logrado darme hasta 10 horas de pantalla y dos días de uso intenso sin problemas.
Tenemos una carga rápida de 18 W, que resulta más que suficiente para dejar cargar el equipo en las noches, y debo decir que he terminado sorprendido con la enorme capacidad de este equipo en temas energéticos. Nunca me defraudó.
¿Vale la pena?
En el recuento, debemos poner en balanza los aspectos positivos y negativos de un equipo con limites claros y beneficios interesantes. Por un lado, tendremos un panel limitado en definición y gama de color, pero que satisface demandas como la autonomía, el software ligero y el juego de cámaras.
Es un equipo que deberías considerar si tu rutina no encuentra sitio para cargar el equipo en todo momento, pero necesitas una pantalla grande para el contenido multimedia. En diseño es muy bonito, y en rendimiento las cosas podrían mejorar con un update.
Creo que es una opción que resulta atractiva porque sus fortalezas no son innecesarias. Realmente es un dispositivo que no te va a dejar botado sin energía, y tiene un juego de cámaras cumplidor. Ponlo en el bolo, podría sorprenderte como a mí.
* Equipo cedido a prueba por ZTE Perú desde el 14 de enero hasta la fecha de publicación de la reseña
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