Ex propietario de Los Dodgers propone solución que permitiría mantener TikTok sin su polémico algoritmo chino.
Frank McCourt, multimillonario estadounidense y ex propietario de Los Angeles Dodgers, ha emergido como un inesperado potencial salvador para TikTok, presentando un ambicioso plan valorado en 25 mil millones de dólares para evitar la inminente prohibición de la popular red social en Estados Unidos, programada para el 19 de enero de 2025.
La propuesta es audaz. En lugar de intentar adquirir el controversial algoritmo de ByteDance, propone crear una nueva infraestructura descentralizada que permitiría mantener la aplicación operativa bajo control estadounidense, mientras preserva la propiedad intelectual china del algoritmo original.
“El capital no es el problema aquí”, afirmó McCourt en una reciente entrevista con Bloomberg, a pesar de que su patrimonio neto actual de 2,400 mil millones de dólares no alcanzaría para financiar la operación completa. El empresario ya ha iniciado reuniones con potenciales socios financieros en Nueva York y San Francisco.
La iniciativa, denominada internamente como "TikTok 2.0", se construiría sobre la infraestructura de Project Liberty, un proyecto que McCourt lanzó en 2021 con una inversión inicial de 100 millones de dólares. El plan contempla migrar usuarios y contenido a una red de servidores estadounidenses, otorgando a los usuarios mayor control sobre sus datos y relaciones en la plataforma.
El equipo de McCourt ha mantenido conversaciones con más de 60 funcionarios y legisladores, incluyendo miembros del equipo de transición del presidente electo Donald Trump, con quien mantiene una relación previa del sector inmobiliario. También han contactado a ex ejecutivos de TikTok, V. Pappas, ex COO de la compañía, para potencialmente liderar la nueva versión.
TikTok 2.0: ¿Será posible?
Sin embargo, el plan enfrenta obstáculos significativos. ByteDance ha manifestado repetidamente su negativa a vender TikTok, y los intentos de McCourt por iniciar negociaciones no han prosperado. Además, carece del respaldo de importantes inversores estadounidenses en ByteDance, como Jeff Yass de Susquehanna International Group, un importante donante de Trump.
Mientras tanto, TikTok mantiene su batalla legal, con una audiencia programada en la Corte Suprema para el 10 de enero. Los analistas de Bloomberg Intelligence estiman solo un 30% de probabilidades de que la empresa logre evitar la prohibición por vía judicial.
La propuesta de McCourt ha generado interés entre los creadores de contenido. En una cena reciente en Malibú, presentó su visión a 20 influyentes usuarios que suman más de 100 millones de seguidores, enfatizando que en la nueva plataforma podrían mantener el control de sus relaciones con seguidores.
“China gana porque no vende el algoritmo. Los accionistas ganan porque obtienen valor por la plataforma estadounidense. La base de usuarios gana, obviamente”, aseguró McCourt, proyectando su plan como una solución que beneficiaría a todas las partes involucradas.
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