AFHS: Fernanda llega a Huamanga en busca de Joel

Joel cree estar viendo visiones al ver delante suyo a Fernanda. “No sabes cuánto me has hecho falta”, le dice la joven y abraza al hijo de Charo. “Aceptar la ayuda de Cayetana fue una tremenda estupidez”, le dice Fernanda. Joel acepta que se equivocó. “Te he extrañado mucho y me siento triste porque me duele lo que pasó con mi noni, ella fue siempre buena conmigo”, le dice. “No he venido a hablar aquí de mi nona sino de nosotros”, le dice Fernanda.

Rubí interroga a Nicolás y Grace. “Están jugando a la familia feliz”, les dice. Nicolás le reclama por el tono en que les habla y le pide que se modere si está de por medio su hija. Grace decide retirarse para Nicolás y Rubí puedan arreglar sus cosas. “Iba a buscarte a tu casa y de pronto te veo aquí jugando al papá feliz y a la mamá feliz. Nos sabes cuánto te he extrañado y si no te he visto es porque tengo muchos contratos de trabajo. Pero veo que debo irme de aquí. Adiós”, dice Rubí. “Espera, yo creo que eres la mujer de mi vida. Mira a mis ojos y verás que no miento”, le dice Nicolás reteniendo a la innombrable.

Teresa está impresionada por el ají de gallina que ha preparado Isabella y aunque dice que el mismo plato que cocina Charo es delicioso, el que ha cocinado la Palo Seco es superior. “Debe ser porque le echó nuez moscada”, le comenta Charo. “¿Y tú por qué no le echas nuez moscada?”, pregunta Teresa. “Porque está fuera de mi presupuesto, no me alcanza la plata, además a mí me gusta sin nuez moscada”, responde Charo. Teresa decide llamar a toda la familia para contarles lo del ají de gallina de Isabella. Todos los integrantes masculinos de los González prueban el plato y quedan encantados. “Solo las manos mágicas de mi hija pudieron hacer este manjar”, dice don Alejo. “Papá, no fui yo, lo hizo Isabella”, dice Charo y todos quedan asombrados. Hasta sugieren que deberían poner un restaurante y que Isabella sea la chef.

Bruno y Lucho siguen enfrentados a tal punto que el marido de Reyna lo despide. Bruno le reclama a Miguel Ignacio que Lucho lo haya despedido. “¿Vas a permitir que este empleaducho me falte el respeto?”, le dice Bruno. “Las decisiones las tomo yo. Lucho si tú quieres que lo despida, lo despido”, responde Miguel Ignacio.

Nicolás le cuenta a Rubí que ha conseguido empleo. Ella cree que es como visitador médico o vendedor de celulares hasta que Nicolás le cuenta que su padre le ha dado empleo en la constructora. Rubí pega de gritos de alegría. "¡Qué maravilla! Pasas de ser pobre a tenerlo todo de nuevo. Y yo sigo con mi sueño de hacer mi video clip”, le comenta. “¿Y por qué no recurres a mi tío Raúl? Él siempre está buscando cosas nuevas”, le sugiere Nicolás.  “Tienes razón, es una buena idea”, responde Rubí.

Isabella y Susú están en la azotea de la casa de los González y ven estacionada delante de la casa de Raúl una inmensa limosina. Y entonces ven que Gladys sube al auto. “¡Oh my! ¡El mundo al revés! ¡La salvaje viajando en una limosina y nosotros viviendo en esta porquería!”, dice Isabella. “Ya te imaginarás quien envió la limosina”, le dice Susú. “¡Te odio Miguel Ignacio!”, comenta Isabella.

Fernanda le confiesa a Joel que ha venido a Huamanga porque quiere regresar con él. Se besan. “¿Eso significa que tú también piensas lo mismo?”, le pregunta Fernanda. Y Joel la vuelve a besar. “Esto es para que no queden dudas”, le dice. Fernanda le pregunta si es que no ha sabido nada de Cayetana y Joel no sabe qué responder. “Estás blanco como el papel”, le dice Fernanda. “Debe ser por el soroche”, se justifica. “Y ahora qué hago si se aparecen Igor y Cayetana”, piensa Joel. Fernanda quiere conocer el hotel pero Joel la retiene. “Supongo que no me vas a cobrar”, le dice. Pero en eso llegan Igor y Cayetana y Fernanda se le queda mirando.

Isabella telefonea a Miguel Ignacio. “Acabo de ver a la savage en limosina, ¿se la enviaste tú?”, le pregunta. “La savage tiene un nombre, se llama Gladys y sí le envié la limosina porque voy a almorzar con ella”, responde Miguel Ignacio. “¡Esto es too much!”, responde Isabella. “Como ya estás al tanto de todo, procedo a cortar la comunicación”, dice Miguel Ignacio y le corta la llamada. Isabella queda devastada pero Susú la trata de distraer preguntándole por sus clases de cocina con Charo. Llegan Pepe y Tito. “Isabelita, ¿crees que nos puedes hacer un ollón de ají de gallina? ¡Te salió mejor que el que hace la Charito!”, le dicen. Isabella sonríe feliz.

“¡Si esta mujercita está aquí es porque está enamorada de ti!”, le dice Fernanda a Joel. “¡No, no, no, no, ella está enamorada de mí!”, responde Igor. “¡Yo no estoy enamorada de ti!”, dice Cayetana. “¡¿Y los abrazos y los besos?!”, reclama Igor. “¡Fueron para darle celos a Joel!”, explica Cayetana. “¡No estoy dispuesta de aguantar las tonterías de esta loca!”, reclama Fernanda. “Cayetana, Fernanda es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida”, le dice Joel. “¡Así se habla mi amor!”, le dice Fernanda.

Rubí convence a Raúl de que le haga el video de su tema “Boy toy”. Y hasta cantan y en eso están cuando llega Viviana. “¡Pero qué linda pareja hacen!”, les dice y Raúl la mira sonriendo. E inmediatamente después le muestra el nuevo aparato satelital con el que piensa enviar el video de Rubí en el que ella será una chica interplanetaria. La innombrable se va y empieza el interrogatorio al Platanazo. “¡¿Puedo saber qué diablos te pasa?!”, le pregunta Viviana al ver a su marido tan entusiasmado con Rubí.

Don Alejo se acerca a Isabella. “¡Ese ají de gallina que usted preparó es delicioso! Se lo tengo que decir bajito para que no oiga mi hija Charo”, le dice. Isabella que estaba creyendo que lo que le habían dicho Pepe y Tito era solo un cumplido queda entusiasmada por el comentario del padre de su maestra de cocina.

Gladys acepta almorzar con Miguel Ignacio no sin antes decirle que no lo perdonará aunque le haya enviado una limosina.

Isabella busca a Charo. “Miss Pinky Charo, ¿qué me vas a enseñar a cocinar ahora?”, le pregunta.