Monserrat ordena el departamento de Manolo pero éste cree que ha sido Teresa generándose una mayúscula confusión y las lágrimas de la monsefuana.
Teresa le hace un tour por su casa a Viviana, hasta la lleva al cuarto de Reyna. También le muestra el cuarto de sus padres y el de Joel y Jaime. Luego le muestra el baño. Pero llega Charo y Viviana debe irse. “Te vendiste”, le dice a Teresa. Charo está furiosa y Teresa le hace un chifón para amistarse pero le sale aplastado.
Reyna está en la azotea y al ver el desorden piensa en echar a Manolo de la casa, En la terraza de enfrente está Monserrat que la escucha y le dice que ella había quedado con Manolo en dejar todo ordenado. “Él se tenía que ir a trabajar pero toda chica enamorada tiene que hacer cosas por su hombre”, le dice. “Ah, o sea que tú también tienes tu entripado. No me importa, quiero que me dejes totalmente limpio este desorden”, responde Reyna que le da las llaves de la casa. “Todo sea por ti, Manolo”, se dice Monserrat.
Bruno intercepta a Carlos Cabrera y le pide que suba a su auto porque desea conversar con él. Carlos no quierey entonces Bruno lo llama cobarde. “Sube no te voy a hacer daño”, le dice Bruno. Le reclama al médico por lo que hace con Francesca y le manifiesta sus temores de quedarse con el dinero de la familia. Carlos empieza a grabarlo porque le dice que lo está secuestrando. “Respéteme. Usted me está difamando”, le dice a Bruno. “En este país hay muchas viejas con plata, búscate a otra y deja a mi mujer”, responde el esposo de Francesca. El auto se detiene ante un semáforo y Carlos aprovecha para bajarse. Lo queno sabía el médico es que lo estaban llevando hacia una emboscada. Bruno llega a un punto donde dos facinerosos lo estaban esperando para hacerle daño a Carlos pero el médico ha escapado a tiempo.
Raúl vuelve a su casa y no encuentra a Viviana en la cama. Y en eso ve fotos de la casa de los González en su lap top. “¿Se puede saber por qué le estás tomando fotos a la casa de los González? Explícame qué significa eso”, exige Raúl. “¿No estabas resfriada?”, añade. Viviana le dice que quiere hacer una película, una suerte de mundo paralelo. “Nunca he visto algo así. Solo voy a observar, déjame hacer mi trabajo”, le pide.
Monserrat llega al departamento de Manolo que está patas arriba. Mira todo el desastre y piensa en todo el trabajo que le espera. “Al fin está también será mi casa”, se consuela. Peter se pregunta por el paradero de Monserrat. Fernanda le dice que se va de compras. “¿Ya habló con Joel?”, le pregunta. Ella le dice que lo hará después. “¿Crees que empezará con las serenata?”, señala y en eso un grupo de mariachis empiezan a cantar “Amorcito corazón”. Y Joel empieza a gritarle frases a su amixer y los integrantes de su familia se preguntan por qué lo hace. Fernanda sale a ver a Joel. “El beso de ayer fue un error”, le dice a Joel. “Nada de esto tiene sentido. Anoche estaba mareada, no pensé en lo que hacía, nosotros somos amixer. Te tengo mucho cariño pero nada más. Lo nuestro no podrá volver a ser”, añade. Joel está desolado. “Sé que no puedo ser tu amixer”, le dice a Fernanda. “Fuiste un gran amixer”, le dice. Viviana desde su terraza filma todo. Llega Manolo y le da unas palmadas en la espalda a Joel.
Fernanda entra en su casa y está triste. “Ya lo resolví nona”, le dice y se va a su cuarto. Francesca pregunta a Peter por Monserrat y él le dice que tuvo que salir. “No puede abandonar sus obligaciones”, dice Francesca mientras Peter le asegura que le llamará la atención. Y cuando llega el mayordomo le dice que termine de limpiar. “Ay señor Peter, estoy cansada, ya limpié demasiado”, le responde.
Teresa le ofrece a Charo ayudarla a tender la ropa cuando lo que en realidad quiere es encontrarse con Manolo, lo que efectivamente ocurre. Y Manolo cree que ha sido Teresa quien ordenó su departamento. Reyna aparece. “Agradece que tienes alguien que te limpia porque te hubiera botado en una”, le dice y se retira. Manolo no sabe cómo agradecerle a Teresa y la abraza y ella lo retiene. En la terraza de enfrente Monserrat observa todo y corre hacia el dormitorio de doña Francesca. “Me acaban de romper el corazón”, le dice sollozando.
Raúl llega a casa de los González. Charo le abre la puerta. “He venido a pedirte disculpas porque Viviana estuvo aquí”, le dice. Charo reacciona mal y le reclama que haya hecho el comercial con Reyna Pachas y vuelven a discutir. “Pareciera que todavía sientes algo por mí”, dice Raúl y Charo le da una bofetada. “Me acabas de responder”, le dice y se va.
Llorando a mares Monserrat le cuenta lo que ha visto a Francesca. Llega Peter. “Es que tu hijo no respeta nada. Habla con él”, le ordena. El mayordomo busca a Manolo y le da una bofetada. Luego lo entera de que ha sido Monserrat quien limpió el departamento. Manolo le dice que Monserrat es menudita y bonita y en cambio Teresa es como un plato como les gusta a los peruanos, bien servida. “A quién habrás salido mujeriego”, le dice Peter. “Sí pues, a quién”, responde Manolo y lo queda mirando.
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