El problema es que una no se acuerda qué tanto le contó y otra no recuerda qué fue lo que le reveló su nueva amiga.
Kevin abandona Las Lomas sumido en la tristeza debido al rechazo de Shirley que ya sabe que Kurt la engañaba y no quiere saber nada del Pollo gordo. Joel se encarga de trasladarlo.
Tanto en casa de los Gonzales como en la de Francesca sus familiares se extrañan que las matronas no se hayan levantado. Francesca despierta aturdida por lo bebido en la víspera y de pronto recuerda que le ha contado a Nelly Camacho lo que siente por Carlos Cabrera. “Si le conté, me va a chantajear”, piensa. Mientras tanto doña Nelly despierta. “Cómo chupa la Francisca. Creo que me dijo algo pero no me acuerdo”, se dice. Se le acerca don Gilberto pero ella lo echa de su cuarto.
Mike llega a las Lomas. “Ya me contaron que estás siguiendo mis pasos. Así que estás trampeando con Andrea”, le suelta. “Yo no trampeo, qué te pasa. Con Andrea no pasa nada, solo hicimos juntos un trabajo. Son chismes sin fundamento. No pienses Joel porque parece que te va mal pensando”, le responde. Joel se niega a decirle quién le hizo el comentario.
Pepe y Tito se encuentran con Robert e Iván quienes les dicen que los quieren llevar a Cancún. “Pero solo si ganan el campeonato. Cancún es una ciudad muy liberal. Una vez que entren al hotel, todo está incluido”, le dicen a los amigos. Pero después les da temor porque temen que haya tiburones. Llaman a Iván y Robert para contarle sus temores. Pero confunden las cosas y hasta les dicen que no tiene ropa de baño. Al final se los llevan de compras.
Shirley le dice a su papá que ya no irá al instituto y que se echará en la cama para esperar la muerte. “Soy un fracaso en el amor. Quiero un novio con plata”, le dice. En eso llega Alicia, la novia de Johnny quien abraza efusivamente a Emperatriz. “Hola Puky”, la saluda Johnny que está haciendo el almuerzo. Ella se ofrece a ayudarlo a cocinar. Emperatriz le pone una funda en la cabeza “para que tu pelito no caiga en la comidita”. Reyna llega inesperadamente pero vuelve a salir de viaje, esta vez a Monsefú.
Francesca sigue preocupada porque no sabe hasta dónde le ha contado a Nelly. Va su casa y ambas empiezan a pensar en qué sabe la una de la otra. “Gracias por no decirle nada a Charo”, dice Francesca. “¿Crees que soy una soplona?”, dice Nelly mientras piensa en qué será lo que su vecina le reveló. “Ni que fuera tan importante”, añade. “También que un secreto así”, insiste pero no sabe qué es lo que Francesca le dijo. “¿Por qué no me lo repites porque me dio una risa?”, le dice para sonsacarla. “Me muero de vergüenza”, responde Francesca. “Cómo te gusta torturarme” añade pero luego se da cuenta que el alcohol puede haberle hecho lo mismo a Nelly. “Dime qué te confié ayer”, la reta. “Pero necesito testigos”, responde a la vez que llama a Charo.
Isabela llama a Pinky porque quiere amistarse con ella pero entra otra llamada pero el interlocutor no responde. Pero luego habla. Se trata de Leonardo, que vuelve a aparecer en escena.
Video recomendado
Comparte esta noticia