El joven piloto recuerda todas las situaciones que vivió con la hija de Reyna Pachas y no deja de pensar en ella y toma una decisión.
Shirley llora desconsoladamente porque ha perdido a Patrick para siempre y su madre trata de consolarla pero la joven no quiere ni comer. “¡Tanto lío por un chico!”, dice Johnny y todos lo quedan mirando tras lo cual decide quedarse callado.
Tocan la puerta y Reyna va a abrir. Lo hace y se encuentra frente a frente con Patrick. “¡Buenas tardes señora Reyna!”, le dice y Reyna cae desmayada. “¡Creo que la maté del susto!”, exclama el piloto mientras trata de socorrer a la madre de Shirley.
Reyna recupera el sentido y pide que sea su “hijo” Patrick quien la ayude a llegar a un sillón. Le dice al joven que cree estar viviendo una alucinación en lo poco que le queda de vida. “Señora, Shirley yo nos vamos a casar”, le dice el piloto. “Estoy completamente enamorado de su hija y quiero que sea mi esposa”, añade.
“¡¡Ayyy, esto hay que celebrarlo, hay que ir a un restaurante cinco estrellas, a un club con la gente chic!!”, grita Reyna emocionada y dando de saltos mientras Patrick la mira entre extrañado y sorprendido. Sheyla le hace un gesto a su madre quien entonces vuelve a caer en el sillón. “Hijitos, yo les doy mi bendición”, les dice y finge caer desvanecida.