La acompaña Reyna y está casi a punto de convencer al piloto cuando aparece Frida quien las echa de la casa.
La idea de Reyna es que su hija debe luchar con lo que tenga a la mano para recuperar a Patrick y hace que se vista pese a que la joven no tiene deseos de ver a quien fuera su novio.
Patrick está en su casa y luego de haber pasado la noche en vela se da cuenta que debe seguir con su vida. “¡Ya basta de Shirley! ¡Debo seguir mi vida!”, dice pero en eso suena el timbre y va a atender. Se encuentra cara a cara con Shirley y Reyna.
“¡Por favor, quiero que me escuches!”, implora Shirley. “Escucha a mi hija”, le pide Reyna. “No quiero saber nada de ti Shirley”, responde el piloto. Reyna le dice que todo fue idea de ella y que Shirley fue obligada a seguir con la mentira. “Yo te amo y el amor perdona todo”, dice la joven. “¡Todo menos esto!”, exclama Patrick. “¡Yo te amo! ¡Yo te amo!”, dice Shirley abrazando a quien fuera su novio quien está a punto de ceder.
Pero alguien entra a la sala de la casa. Es Frida, la madre de Patrick. Las mira y su orden es fulminante. “¡¡¡Fuera de aquí!!!” Las Gonzáles Pachas no saben qué hacer.
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