Pero Reyna Pachas convence a Charo de que debe recuperar a su Platanazo si es sigue enamorado de él y debe utilizar todas sus armas disponibles.
Pepe y Tito se van a celebrar el futuro matrimonio de Viviana y Raúl. Antes que salieran de la casa Charo les encarga que les dé sus saludos y felicitaciones por lo que va a ocurrir con la pareja. Se van a una cantina y piden cerveza pero Pepe y Tito se dan cuenta que Raúl no tiene las mismas costumbres que ellos y se lo hacen notar. Pero Raúl trata de mostrar que tiene “calle” pero en cada cosa que hace muestra más y más torpeza. Lo último que hace es ponerse a bailar en medio de la cantina, avergonzando a Pepe y Tito.
Isabella y Peter llegan a la casa de reposo y se encuentran con que han sedado a Francesca que insiste en que está viendo el fantasma de doña Nelly. El médico les dice que la señora Maldini se quedará internada.
Débora, la nueva secretaria de la constructora, se acerca a la gerencia a entregarle un documento a Lucifer pero no deja de mirar a Lucho desde donde está. Miguel Ignacio se da cuenta de lo que está pasando pero cree que ella lo mira a él. Sale de su oficina y se presenta como el gerente general. Pero Lucho sabe que a quién está mirando es a él. “¿Por qué seré tan irresistible?”, se pregunta.
Raúl, Viviana, Pepe y Tito regresan a Las Lomas y quedan en volver a salir en otra ocasión. Se despiden pero en eso pasa Charo por la calle. Viviana la llama y se le acerca. “Charo, gracias por tus buenos deseos. Lo único que quiero es paz y amor. Quiero que dejemos atrás los malos tiempos y tal vez lleguemos a ser amigas”, le dice.
Isabella telefonea a Miguel Ignacio para comunicarle que su madre se quedará internada en la Casa de reposo, lo cual lo llena de alegría.
Cayetana llega a casa de Joel. Le dieron de alta y le dice a su novio que si quiere ir a París lo pueden hacer durante sus vacaciones. Grace sale de su casa y los ve. “Les deseo lo mejor chicos”, les dice. Joel le cuenta a su familia que Cayetana está fuera del hospital y la hace entrar a la casa y todos la saludan. Cayetana les cuenta que es poco probable que tenga una nueva crisis sobre todo porque ya se amistó con Grace. “Por primera vez en mi vida puedo decir que estoy en paz conmigo misma”, les dice. “Eso quiere decir que ya no vas a París”, le comenta Charo. “Es que ya nos habíamos hecho la idea de irnos todos a París a cuidarte”, le dice Teresa. “No los podré llevar a París a todos pero puedo traer París a Las Lomas”, les promete Cayetana.
Isabella y Peter llegan a la casa de los Maldini. “¿Qué pasó, qué tiene mi nona mamá?”, pregunta Fernanda. “¿Me pueden decir qué está pasando?”, pregunta Nicolás. “Madam sigue viendo al fantasma de Nelly Camacho”, responde Peter. “My mother is crazy”, dice Isabella y luego se retira a su cuarto. Pero Peter no está convencido. “Aquí hay gato encerrado”, dice.
Viviana le dice a Raúl que cree que deberían invitar a todos los González a su matrimonio. “Se me acaba de ocurrir una ideaza: Charo testigo de nuestra boda!”, le dice. “Es más, Carlos Cabrera debería ser el otro testigo. Y más que Charo haga un chifón matrimonial”, añade. Pero a Raúl no le parece una buena idea sino algo provocador.
Teresa le comenta a Charo que cree que Viviana le ganó a Raúl. “Creo que tienes que echarle tierrita a eso”, le aconseja. Aparece Reyna. “Viviana te ganó la batalla pero no la guerra”, le dice. “¿Estás enamorada del Platanazo, sí o no?”, pregunta.
Fernanda y Nicolás llegan a la constructora y su padre les llama la atención por aparecer recién. “También estoy triste por todo lo que le pasa a Francesca pero estoy acá. Hay mucho que hacer, esto no es la universidad sino la vida real”, les dice.
Cayetana y su mayordomo Claudio les llevan una serie de platos franceses a los González que no saben lo que les están sirviendo. “¿No hay ajicito?”, pregunta Pepe lo cual causa indignación a Claudio.
Miguel Ignacio, Fernanda y Nicolás abruman a Lucho con pedidos de fotocopias, planos, presupuestos y café que terminan por hacerle perder la paciencia. Eso hace que Miguel Ignacio sugiera que debe tener un asistente y que ya tiene alguien en mente. “Lucho, Fernanda, Nicolás les presento a la nueva asistente, la señorita Debora Dora Ordinola”, les dice lo cual llena de felicidad a Lucho.
Viviana y Raúl se reponen de los tragos que bebieron con Pepe y Tito pero ella con mucha sed. Raúl se levanta y se va a comprar. Desde la ventana de su casa Reyna lo ve y llama inmediatamente a Charo. “Mira quién está ahí. Sal rápido y ya sabes, mirada de tigre”. Charo sale y se dirige al Platanazo. “Raúl, tengo que hablar contigo. ¿Tienes un minuto?”, le dice mientras se mueve sinuosamente.
Video recomendado
Comparte esta noticia