Un juez federal ordenó detener la deportación de una familia inmigrante mientras se revisa su vínculo con un sospechoso de tiroteo en EE.UU.
Un juez federal en Denver ordenó detener la deportación de una familia centroamericana que presuntamente tiene vínculos con un sospechoso involucrado en un tiroteo masivo ocurrido en Colorado. La decisión llega en medio de cuestionamientos sobre si su relación familiar con el sospechoso justifica su remoción del país.
El caso ha generado fuerte interés público y mediático, particularmente porque la familia no tiene antecedentes penales ni participación directa en el crimen. La decisión judicial fue emitida mientras se revisa la legalidad del procedimiento migratorio aplicado por agentes federales.
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Cuestionamientos al uso de vínculos familiares como causal migratoria
La defensa legal de la familia sostiene que no existe justificación legal para su deportación, ya que ningún miembro tiene participación en el tiroteo ni enfrenta cargos penales. Las autoridades de inmigración, sin embargo, argumentan que su presencia representa un “riesgo potencial” al estar vinculados al atacante, aunque no han presentado pruebas concretas.
El debate sobre derechos y procedimiento
Organizaciones de derechos civiles han respaldado la decisión del juez, destacando que expulsar a personas por simple asociación viola los principios constitucionales de EE.UU. y genera un precedente peligroso para otras familias migrantes. Mientras el caso sigue bajo evaluación, la familia permanecerá en EE.UU. protegida de cualquier deportación inmediata.
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