En medio de la incertidumbre, el niño Amílcar logró volar por primera vez, pero su viaje se convirtió en un desafío sin precedentes.
Con solo 12 años, Amílcar voló por primera vez, pero no fue un vuelo cualquiera. Su padre había sido deportado a Guatemala unos días antes, dejándolo como el único familiar en Estados Unidos. El 4 de marzo, el padre fue detenido por la Patrulla Fronteriza camino al trabajo, y de un día para otro, Amílcar quedó sin un tutor legal que pudiera hacerse cargo de él.
Mariano Blanco del Centro Maya en Florida lo acompañó hasta la sala de embarque. Le dijo que durante el vuelo podría ver cómo despegaba y aterriza, pero cuando le tocó embarcar solo, se puso nervioso y quiso escuchar las instrucciones otra vez.
La increíble historia de Amílcar, el niño que se quedó solo en Estados Unidos por la deportación de su padre
Según contó Univisión Noticias, la ONG tuvo que mover muchas piezas para lograr este viaje. Todo empezó con una llamada de la escuela, avisaron que el papá de Amílcar había sido detenido. Su mamá y sus hermanas estaban en Guatemala. Amílcar había quedado con un pariente lejano, su contacto de emergencia, quien aceptó cuidarlo, pero solo por unos días porque no tenía los recursos para más.
El próximo paso fue contactar al Consulado de Guatemala y ayudar a conseguir un pasaje especial para Amílcar. El papá de Amílcar estaba detenido, entonces era imposible obtener un pasaporte para reencontrarse con su hijo. La familia tuvo que viajar unas 8 horas hasta el aeropuerto de Ciudad de Guatemala.
Todo salió bien, pero esta historia habla de un problema mucho más grande: ¿Cómo asegurarnos de que esos niños también sean cuidadosos, protegidos y puedan tener historias de reunificación?
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