Tras intentar sanear sus finanzas durante más de un año, la reconocida aerolínea se acoge al Capítulo 11 en EE.UU. para reestructurar su millonaria deuda.
La aerolínea brasileña Azul SA ha iniciado un proceso de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, con el objetivo de enfrentar una crítica situación económica que se agravó durante la pandemia. La compañía busca reorganizar sus finanzas para reducir su deuda en más deU$D2.000 millones y asegurar nuevas inversiones.
Durante el proceso, Azul contará con una financiación temporal de aproximadamente U$D1.600 millones. Parte del plan incluye captar hasta U$D950 millones en nuevos aportes de capital, apoyados por inversionistas estratégicos.
La empresa también planea una oferta pública de acciones de hasta U$D650 millones para respaldar su recuperación. United Airlines y American Airlines ya manifestaron interés en participar con hasta U$D300 millones, sujeto a condiciones específicas.
El director ejecutivo, John Rodgerson, afirmó que estas medidas representan un paso clave para “construir una compañía más sólida y competitiva”. Azul confía en que la reestructuración permitirá recuperar su posición en el mercado aéreo latinoamericano.
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Azul SA no logra evitar la quiebra pese a intensos intentos de reestructuración
Pese a múltiples esfuerzos por estabilizar su situación financiera, la aerolínea brasileña Azul SA no logró evitar la quiebra y finalmente recurrió al Capítulo 11 en Estados Unidos. La medida llega tras un año marcado por renegociaciones con arrendadores, canjes de deuda y una intensa búsqueda de liquidez mediante emisión de acciones.
Azul intentó fortalecer su estructura de capital mediante nuevas inversiones y acuerdos con bonistas, pero los resultados fueron insuficientes frente a un contexto macroeconómico adverso. Brasil atraviesa un periodo de elevadas tasas de interés, las más altas en dos décadas, y una creciente presión cambiaria, factores que afectaron seriamente la caja operativa de la compañía.
El impacto en los mercados fue significativo: las acciones de Azul acumulan una caída cercana al 70% tanto en la bolsa de São Paulo como en la de Nueva York. Por su parte, los bonos con vencimiento en 2028 registraron pérdidas del 62%, posicionándose entre los peores desempeños de empresas de mercados emergentes en 2025.
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