El sistema de salud estadounidense obliga a muchos sin seguro a elegir entre su salud y una deuda que puede arruinar su economía por años.
Una emergencia médica en Estados Unidos puede representar una catástrofe financiera para quienes no cuentan con un seguro de salud. Los precios de hospitalización sin cobertura ascienden fácilmente a miles de dólares por día, lo que empuja a muchas personas a evitar ir al médico, incluso cuando su vida está en riesgo.
Según datos de la Kaiser Family Foundation, el costo promedio de un día de hospitalización es de U$D 2 883, y una estadía típica de 4.6 días puede generar una factura total de U$D 13 261. En personas sin seguro, los montos suelen ser aún más altos: el Healthcare Cost and Utilization Project (HCUP) estima que los pacientes no asegurados pagan, en promedio, U$D 3 703 diarios.
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El peso de una factura médica sin seguro
Un trabajador que gana el salario promedio de U$D 33.44 por hora necesitaría trabajar casi 400 horas —unas 10 semanas a tiempo completo— para cubrir los más de U$D 13 000 que cuesta una hospitalización promedio. Pero para quienes ganan el salario mínimo federal, de apenas U$D 7.25 por hora, esta cifra se convierte en una barrera prácticamente insuperable.
Los costos pueden escalar aún más en estados con precios más altos, como Nueva York y California, donde los servicios médicos privados fijan sus tarifas sin intervención estatal. Además, los montos no incluyen medicamentos, pruebas especializadas ni consultas médicas posteriores, lo que agrava la carga económica.
Por qué enfermarse cuesta tanto en Estados Unidos
A diferencia de muchos países, Estados Unidos carece de una regulación estricta que controle los precios de los servicios médicos. La atención médica está, en su mayoría, privatizada, lo que significa que los pacientes sin seguro deben asumir el 100% de los gastos, incluyendo el uso de camas, honorarios médicos, insumos y costos administrativos.
El sitio RCG Insurance resalta que estos costos elevados también se deben a los gastos de gestión del sistema, que son significativamente más altos que en otros países desarrollados. Ante este panorama, muchas personas optan por postergar o evitar visitas médicas, lo que a largo plazo puede agravar sus condiciones de salud y generar tratamientos aún más costosos.
Opciones para inmigrantes y personas sin seguro
Pese a las cifras alarmantes, hay alternativas que pueden reducir el impacto económico de una emergencia médica:
- Seguros privados de bajo costo, como los ofrecidos por Fidelity Life o Trawick International, que brindan coberturas básicas por menos de U$D 100 mensuales.
- Planes de salud comunitarios, gestionados por ONG o clínicas locales, que calculan tarifas según el ingreso del paciente.
- Asesoría gratuita en consulados, donde es posible obtener información sobre acceso a programas como Medicaid o aplicar a seguros de salud estatales.
Estas opciones buscan mitigar el peso financiero que representa una enfermedad para quienes no tienen cómo pagarla. Sin embargo, la falta de un sistema de salud universal sigue siendo uno de los mayores retos del país.