¿Sabías que puedes recuperar la ciudadanía americana a pesar de haberla perdido? Conoce en qué casos es posible en esta nota.
Perder la ciudadanía americana es una decisión que puede acarrear varias consecuencias significativas. No obstante, en algunos casos específicos, es posible recuperarla.
Ya sea por renuncia voluntaria, adquisición de otra nacionalidad o circunstancias específicas, el proceso para restaurar la ciudadanía varía según cada situación.
Dicho esto, en la siguiente nota te explicamos en qué casos puedes solicitar la recuperación de tu nacionalidad para volver a convertirte en ciudadano de Estados Unidos.
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Casos en los que puedes recuperar la ciudadanía tras perderla
Recuperar la ciudadanía después de haberla perdido es un proceso complejo y, en muchos casos, no es posible. Por ello, aquí te enumeramos los casos en los que sí es factible hacerlo:
- Si renunciaste antes de cumplir 18 años: Tomar decisiones importantes siendo menor de edad puede traer arrepentimientos, y el gobierno de Estados Unidos lo entiende. Si renunciaste a tu ciudadanía antes de cumplir 18 años, tienes una segunda oportunidad. Para recuperarla, debes manifestar tu deseo de ser ciudadano dentro de los seis meses después de cumplir la mayoría de edad. Esto se hace a través de una declaración formal en una embajada o consulado de EE.UU.
- Si la perdiste por no cumplir con los requisitos de residencia: Algunas personas nacidas fuera de Estados Unidos entre 1934 y 1978 obtuvieron la ciudadanía automáticamente porque uno de sus padres era estadounidense. Sin embargo, en esa época existían ciertas reglas de residencia que, si no se cumplían, llevaban a la pérdida de la ciudadanía. Si este es tu caso, existe la posibilidad de restaurarla a través de un proceso legal específico, siempre que demuestres que adquiriste la ciudadanía al nacer.
- Si renunciaste bajo presión, engaño o error: Si renunciaste a la ciudadanía en el pasado, pero lo hiciste bajo circunstancias que no fueron completamente voluntarias (por ejemplo, si fuiste presionado, engañado o simplemente no entendías las consecuencias), podrías argumentar que tu renuncia no fue válida. En estos casos, puedes presentar pruebas para demostrar que no tomaste esa decisión de manera libre e informada o que tu situación ha cambiado de manera significativa desde entonces.
Video: YouTube | Estudiando Con Fernando
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