Hay padres que con la enfermedad de sus hijos se angustian, se separan y terminan por romper el matrimonio. Aseguran que esto ocurre sobre todo en los estratos más bajos .
Marcela Vargas tiene dos hijos. Juan Carlos es el más pequeño y tiene síndrome de Down. Para ella, la fe tiene un papel fundamental en su familia pues le ha permitido comprender a ella y a su esposo que sus hijos no son un derecho sino un regalo, y uno lo recibe como venga.
"Hay papás que con la enfermedad de sus hijos se angustian, se separan y terminan abandonando a sus hijos. Esto ocurre sobre todo en los estratos más bajos y en personas que no tienen fe. Y es el padre el que generalmente abandona a la familia", indicó.
Para ella, la fe le ha permitido afrontar una dificultad de este tipo y ayudado a perseverar. "La fe puede unir más matrimonios, puede ayudar a que la familia este más unida, a que cada miembro pueda alcanzar sus logros", expresó Vargas.
"Creo que padres especiales reciben niños especiales. Uno se pregunta ¿por qué a mí? Pero, ¿por qué no? Un niño especial no viene por castigo, sino que viene para cuestionar algo en la vida, esa es su misión", dijo Vargas, quien actualmente se desempeña como profesora.
La madre de Juan Carlos recomendó que la pareja debe dialogar, expresar sus miedos y pedir la ayuda que necesiten. "Mi hijo estaría médicamente muerto, pero por fe ha cumplido 7 años. Él está vivo porque Dios lo quiere, porque mucha gente rezó por él", señaló.
Finalmente dijo a otros padres que no es fácil aceptar a un hijo que no tenían entre sus planes, pero "Dios permite todo para que uno sea feliz, en la medida a que uno se aproxime con ojos de la fe a los hijos, va a ser más fácil y llevadero el camino", precisó.
Consejos prácticos para la crianza de estos hijos
- Los padres deben formarse para conocer la enfermedad de su hijo con la finalidad de poder ayudarlo de la mejor manera.
- Evitar aproximarse con lástima o temor a las cosas, pues puede interrumpir su crecimiento.
- Los padres deben evitar culparse mutuamente por la discapacidad del hijo. Cuando uno culpa o acentúa que es culpa de uno u otro se pueden generar divisiones profundas.
- Hay que ser perseverantes, constante, consistentes en la educación de los hijos. Repetirles las cosas, no ser permisivos, no dejarse comprar por las caritas, es fundamental que cada uno conozca a sus hijos.
- Un niño con discapacidad se le puede repetir las cosas y no hay ningún problema. A ese nivel hay que tener paciencia. No por el hecho de que exijan más, son menos niños.
- Corregir sus conductas a tiempo y correctamente. No es necesario usar correcciones físicas o violencia.
Úrsula Delgado