Pese a hemorragia cerebral que sufrió mujer británica por un agresivo tumor, su hija nació sana a las 25 semanas de gestación.
Aya, que significa en árabe "milagro", es el primer nombre que le puso su padre a una niña que nació dos días después de la muerte cerebral de su madre en Reino Unido. Este "milagro" ocurrió el viernes pasado.
La madre de la recién nacida, Jayne Soliman, una ex estrella de patinaje sobre hielo de 41 años, sufrió de una hemorragia cerebral tras desplomarse en su casa. Según los médicos, tenía un tumor agresivo que le ocasionó el derrame.
Los médicos del hospital de Radcliffe en Oxford mantuvieron latiendo el corazón de Soliman hasta el nacimiento de su hija mediante una cesárea. Luego del parto, juntaron por un momento los cuerpos de ambas antes de desconectar la máquina que mantenía latiendo el corazón de la madre.
El padre de la criatura, Mahmoud Soliman, de 29 años, fue quien decidió el nombre de su hija, que nació con 972 gramos y permanece en la unidad de cuidados intensivos evolucionando favorablemente.
"En 48 horas experimenté alegría por el nacimiento de mi hija y tuve que soportar la angustia de perder a mi maravillosa mujer", dijo el padre de la niña al diario Daily Mail.