Durante el ciclo menstrual de la mujer se producen cambios hormonales que pueden reflejarse en una serie de alteraciones tanto físicas como emocionales que pueden, a veces, ser muy intensas y generar problemas serios tanto a la misma mujer como a su entorno familiar y de trabajo. Es el “síndrome premenstrual” cuyas siglas son en inglés “PMS” y son motivo de burla en muchas comedias de televisión, donde toda la familia mira con miedo a la mamá cuando está en “esos días“ antes de la regla, ya que su estado de ánimo se altera y puede “explotar “ por cualquier cosa.Engloba un conjunto de alteraciones tanto físicas como psicológicas que ocurren cíclicamente durante la semana que precede a la regla y que se resuelven usualmente uno o dos días luego de que inicia la menstruación. Para decir que la mujer está afectada por este síndrome, las molestias deben repetirse al menos en 3 ciclos consecutivos.Cerca de dos tercios de las mujeres sufren alguna incomodidad o cambio en los días previos a la regla, pero solo un 5 % lo sufre en forma constante con su regla como para definir que tienen el síndrome. ¿Cuáles son estos cambios? A nivel físico son los siguientes:• Cansancio.• Alteraciones del sueño (dormir demasiado o muy poco).• Dolores de cabeza.• Dolor de articulaciones y músculos.• Sensibilidad de los senos (dolor y/o tensión en las mamas).• Aumento de peso e hinchazón debido a retención de líquidos.• Cambios de apetito (antojos, comer en exceso o falta de apetito).• Náuseas, estreñimiento o diarrea.Y entre los psicológicos:• Fragilidad emocional.• Cambios en el estado de ánimo con irritabilidad, agresividad, ansiedad, depresión y tendencia al llanto. • Dificultad de concentración y falta de motivación, somnolencia.• Pérdida de la libido (deseo sexual).• Aumento del apetito por los alimentos dulces o salados. Entonces, la mujer afectada se puede sentir deprimida o colérica, puede querer estar sola, rechazar todo acercamiento sexual, sentirse totalmente abrumada y tener pensamientos suicidas.Síntomas. Si son intensos ya no se habla de “síndrome premenstrual “ sino de “trastorno disfórico premenstrual” y ahí es muy importante buscar un alivio para la paciente, porque definitivamente su vida laboral, afectiva, familiar, etc. van a estar enormemente perjudicadas. ¿Cuál es el tratamiento? Incluye cambios en la alimentación, el estilo de vida, así como el uso de diversos medicamentos. Usualmente conseguimos que todas las mujeres mejoren muchísimo del cuadro que las afecta. En relación a la dieta, usualmente se recomienda bajar a un mínimo la ingestión de sal y cafeína, comer carbohidratos complejos, frutas, granos enteros y verduras, así como servirse porciones pequeñas y frecuentes, en vez de las tres comidas grandes que usualmente comemos. En relación a los hábitos de vida, se sabe que la meditación o cualquier técnica de relajación, así como el ejercicio aeróbico de al menos media hora por día ayuda enormemente. Y finalmente tenemos los tratamientos con pastillas. Podemos usar desde anticonceptivos, los cuales inhiben las fluctuaciones hormonales del ciclo natural y pueden ser muy efectivos, hasta diuréticos, analgésicos, antidepresivos, etc. Cualquiera de estos productos debe ser dado por el médico luego de evaluar a la paciente y manteniendo un control del uso que se le dé. Lo importante es que, hoy en día podemos aliviar a la enorme mayoría de nuestras pacientes y permitirles una vida tranquila y en armonía.