Dedica unos minutos antes de salir a las calles para seguir estos consejos y tendrás una mejor experiencia con tu vehículo.
La experiencia de conducir en Lima es cercana a una aventura extrema, sobre todo en las horas punta y en ciertas avenidas principales. Sin embargo, podemos evitarnos más problemas innecesarios si adoptamos algunas costumbres antes de subirnos a nuestros vehículos y mientras manejamos.
En primer lugar, trata de no salir con el tiempo justo. Siempre vale la pena invertir un poco de tiempo en ajustar el asiento en una posición cómoda y tener todo el control sobre los mandos de tu carro: revisa que el pedal de embrague esté al alcance de tus pies sin problemas y asegúrate que cuando estires el brazo sobre el volante, este quede ligeramente flexionado.
Además, cuando no estés utilizando el embrague, apoya el pie izquierdo sobre el paso de la rueda para que aumentes la estabilidad de tu postura. No olvides revisar las posiciones de los espejos retrovisores: el central debe coincidir aproximadamente con la luna trasera. Evita cualquier obstáculo visual en esa parte del carro.
Con respecto a los limpiaparabrisas, asegúrate que estén en buen estado, sobre todo si hay riesgo de lluvias. Si no están en buena condición, tendrás problemas de visión que no podrán resolverse en medio del viaje. Otro punto esencial de la preparación previa es revisar si nuestro coche tiene bajos niveles de combustible. Si es así, lo primero que debes hacer es cargarlo no solo porque puedes no completar tu trayecto sino porque luego al tener bajo ese nivel se puede bombear suciedades y humedad que dañan los inyectores del carro.
Ya en las calles, no olvides que por más tráfico que haya, es importante guardar una distancia moderada con el carro que tienes al frente y conducir a una velocidad razonable. Esto último reducirá accidentes y permitirá que no se consuma tanto combustible ni dañemos nuestros sistemas de frenado ni suspensión.
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