Los avances en la mecánica automotriz han hecho que el lapso entre servicios sea más largo. Sin embargo, las visitas periódicas al taller siguen siendo fundamentales para alargar la vida del vehículo.
Hace algunos años, la recomendación de la inmensa mayoría de mecánicos era que los autos debían pasar por el taller para recibir mantenimiento cada 5.000 kilómetros. Lo habitual era que la complejidad de los servicios se intercalaba: a los 5.000, 15.000 y 25.000 kilómetros correspondía hacer mantenimiento ‘menor’ (afinamiento, cambio de aceite, rotación de neumáticos, entre otras tareas), mientras que a los 10.000, 20.000 y 30.000 tocaba mantenimiento ‘mayor’, que involucraba generalmente cambio de piezas más sensibles y costosas, como las pastillas de freno, la suspensión y las fajas. Esto implicaba altos costos para el propietario, tanto en tiempo –por las continuas visitas al taller– como en dinero.
Actualmente la realidad ha cambiado: los avances en la ingeniería automotriz han permitido diseñar máquinas más confiables y duraderas, y a la vez se han desarrollado compuestos de mejor calidad: lubricantes sintéticos, aditivos de mejor calidad y combustibles más limpios, que permiten prolongar la vida útil de los motores y otros componentes esenciales de cualquier automóvil.
Por este motivo, ya no es necesario realizar los mantenimientos de un vehículo nuevo con tanta frecuencia. Actualmente, se estima que 10.000 kilómetros es un intervalo adecuado. Con un uso habitual, esta es la distancia que un vehículo de uso particular recorre en algo menos de un año.
Si has comprado un auto nuevo recientemente y el uso que le has dado no está fuera de lo convencional, la visita al taller de 10.000 kilómetros debe tener una finalidad mayormente preventiva. Además del diagnóstico, que puede ser computarizado, los mecánicos revisarán los niveles de líquidos de frenos, refrigerante, aceite y reemplazarán las piezas que se suelen desgastar por el uso, como el filtro de aceite. Asimismo, revisarán las luces, la batería, mangueras, limpiaparabrisas, entre otros.
Aunque la mecánica ahora permite que los servicios sean más espaciados, no dejes de realizarlos periódicamente. Recuerda que el mantenimiento oportuno permite detectar problemas a tiempo y a, a la larga, te permite ahorrar dinero al evitar reparaciones mayores y mejora el valor de reventa de tu auto.
También procura llevar siempre tu auto a los talleres oficiales y concesionarios autorizados de la marca. De esta manera, no perderás la garantía de tu auto nuevo.
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