Visitar destinos turísticos donde existen emprendimientos de turismo rural comunitario es una forma distinta de conocer el Perú y contribuir con la inclusión económica y social de las comunidades que habitan nuestros principales destinos.
Imagínate una experiencia turística que va más allá de tomarte fotos con monumentos arqueológicos y conversar con un guía. Una experiencia en donde tienes la oportunidad de introducirte en las fiestas, las actividades agrícolas, las faenas de pesca, descubrir los sitios arqueológicos y la historia, practicar deportes de aventura, aprender idiomas, mitos y relatos, disfrutar del bellísimo arte popular y conocer las plantas y animales de la mano de las comunidades, a través de sus guías y orientadores locales. Eso es el Turismo Rural Comunitario (TRC).
Esta propuesta de gran impacto, aporta al desarrollo económico local, promueve la generación de negocios turísticos rentables, ayuda a la conservación y uso sostenible de los recursos naturales y fortalece la identidad local, regional y nacional.
Estas son algunas de las mejores iniciativas de TRC que tiene el Perú:
Cuevas de Palestina y mariposario (San Martín). Con más de 60 millones de años de antigüedad y 3.5 kilómetros de longitud, es la tercera cueva más profunda del país. En su interior viven murciélagos y huácharos, una peculiar ave que anida en el interior de las cavernas. La iniciativa está dirigida casi en su totalidad por mujeres, quienes cuentan con un restaurante y han desarrollado un bello mariposario donde reproducen varias especies de mariposas de la zona.
Rumbo al Dorado (Loreto). Varias familias de la comunidad Yarina, del río Yanayacu, en el corazón de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, ofrecen maravillosas experiencias de incursión en la Amazonía. Seguir esta ruta es una oportunidad para conocer la selva baja, acompañar a grupos de delfines grises y rosados, descubrir el manejo sostenible de las tortugas taricayas, la arahuana y el paiche, el pez más grande de la selva amazónica y participar de pescas colectivas, observación de aves, monos y caimanes, paseos en bote, y trochas de interpretación para observar a las gigantescas lupunas.
Laraos (Lima). Esta iniciativa se encuentra en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, en la sierra de Lima. Atesora un impresionante conjunto de andenes escalonados precolombinos, que cubren las faldas de las montañas. Con los comuneros es posible visitar pinturas rupestres, intercambiar antiguos saberes, participar en faenas agrícolas, confección de textiles, crianza de truchas, paseos en bote, noches de fogata y maravillosos rituales andinos.
Experiencias como estas son una buena forma de acercarnos a nuestras raíces y sorprendernos con la belleza de lo cotidiano.
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