Los astrónomos consiguieron ver el fenómeno gracias a una red telescópica ubicada en el desierto de Atacama, en Chile.
(Agencia N+1/ Hans Huerto) El lugar más frío del universo es la tumba de dos estrellas, luego de que una colapsara arrastrando a la otra hacia su fin. Así lo demuestra una investigación de astrónomos sobre la base de observaciones conseguidas con el ALMA, la red de telescopios instalada en el desierto en el desierto de Atacama, en Chile. El documento se publica en The Astrophysical Journey.
Si uno observa mediante un telescopio el cosmos, casi cualquier parte estará a 2.7° Kelvin. Pero el lugar detectado, conocido como la nebulosa de Boomerang, es incluso más frío: a 5.000 años luz de distancia, en la constelación Centaurus, su temperatura es 0,1° kelvin, justo por encima del cero absoluto (0° kelvin).
El fenómeno. La muerte conjunta de dos estrellas en la región explicaría la variación. La desaparición de al menos una de dimensiones menores produce una expansión y esferas de gas ionizado, llamadas nebulosas planetarias. Pero cuando los astrónomos observaron Boomerang en 1995, vieron que absorbía la luz del fondo cósmico de microondas (CMB) (destellos del Big Bang que mantienen el universo 2.7 grados por encima del cero absoluto), indicando que esta nebulosa debía ser aún más fría.
Así que Wouter Vlemmings en la Universidad Chalmers de Tecnología en Suecia y Raghvendra Sahai, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, tomaron el ALMA para mapear Boomerang. En ella, una esfera gigante de gas viene despidiendo material, por lo menos 3,3 veces más la masa del sol, a 170 kilómetros por segundo. Demasiado para una sola estrella muriendo. No quizás demasiado para dos.
Estudios del caso. El equipo sugiere que la estrella única era en realidad dos, una mucho más grande que la otra. Cuando la estrella masiva murió y comenzó a hincharse, se tragó la más pequeña. La segunda continuó orbitando el núcleo de la primera dentro de la cáscara del gas. Eventualmente, entró en espiral en su núcleo hace aproximadamente 1.000 años en una fusión violenta.
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