Aún se mantiene vivo el peligro de que se registre una tercera recesión en Gran Bretaña desde la última en el 2008.
La economía británica se contrajo un 0,3 por ciento en el último trimestre del 2012, como se había estimado previamente, manteniendo vivo el peligro de que se registre la tercera recesión en el país desde el 2008, aunque el crecimiento anual fue revisado al alza, según datos difundidos el miércoles.
La debilidad de la economía británica y su impacto negativo en las metas fiscales del Gobierno llevaron a la agencia calificadora Moody"s a despojar la semana pasada a Gran Bretaña de su codiciada calificación de crédito AAA.
"Esto (las cifras) realmente hace hincapié en que la trayectoria de crecimiento de este año podría ser, en el mejor de los casos, débil e incluso caer", dijo David Tinsley, economista de BNP Paribas.
"El hecho de que la inversión empresarial sea débil y también haya sido revisada a la baja en el tercer trimestre fue decepcionante", agregó.
El producto interno bruto cayó un 0,3 por ciento en el periodo octubre-diciembre en comparación con los tres meses anteriores, en línea con la estimación inicial de la Oficina Nacional de Estadística y con las proyecciones de economistas.
"Ninguna de las causas principales de la debilidad del crecimiento han sido resueltas", dijo Chris Williamson, de Markit, quien hizo referencia al aumento de las tensiones políticas en la zona euro debido a las elecciones no concluyentes en Italia y una baja confianza del consumidor a nivel doméstico, entre otras razones.
Sin embargo, en comparación con el año anterior, la economía británica creció un 0,3 por ciento, mejor que la estimación original, dijo la oficina de estadísticas, destacando revisiones al alza en algunos trimestres anteriores.
En tanto, el gasto del consumidor subió un 0,2 por ciento en el trimestre, las exportaciones cayeron un 1,5 por ciento y las importaciones bajaron un 1,2 por ciento.
REUTERS
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