El portal TMZ reveló que, tras la explosión, Joan Grande llevó a algunos asistentes al concierto al lugar reservado para su hija.
Una explosión, al finalizar el concierto de Ariana Grande en Manchester, Reino Unido, sorprendió a todos los asistentes, incluso a la cantante estadounidense y a sus acompañantes. Su madre, Joan Grande, se encontraba en primera fila y al escuchar la detonación optó por ponerse a buen resguardo y llevó consigo a otros jóvenes que se encontraban aterrorizados.
Según el portal TMZ, ella se refugió junto al grupo de fans de su hija en el camerino de la cantante junto al equipo técnico y su hija esperaron el momento más seguro para salir. Posteriormente Ariana escribiría el mensaje en el que dijo estar “destrozada” por lo sucedido.
“Destrozada. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras”, publicó en su cuenta de Twitter.
Noble gesto. Diversas páginas de Twitter que informan sobre los acontecimientos que involucran a Grande revelaron que la artista de 23 años se comunicó con los familiares de las víctimas y se comprometió a pagar el costo del entierro.
Esta información no fue confirmada por los representantes de la joven cantante.
Noche fatal. El pasado lunes 22 de mayo una explosión en la entrada del Manchester Arena, tras el término del concierto de Ariana Grande, ocasionó la muerte de 22 personas y 59 resultaron heridas. Salman Abedi es el autor del ataque suicida.
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