Benjamín ‘Colibrí’ Rodríguez era parte del equipo de Alianza Lima en 1987, pero no viajó a Pucallpa por una lesión. 30 años después, conversó con RPP sobre la tragedia.
“Estaba lesionado. Un partido antes sufrí una lesión al tobillo, un esguince por el que no estuve en la nómina de viajeros. El destino es así: cuando nos toca, nos toca”. Así recuerda Benjamín ‘Colibrí’ Rodríguez la forma en la que se salvó de morir junto al resto del plantel de Alianza Lima. El exdelantero tenía entonces 21 años y era uno de los ‘Potrillos’ del equipo blanquiazul. A 30 años de la tragedia y pese a todas las especulaciones, su única certeza es que la verdad de lo que ocurrió la noche del 8 de diciembre de 1987 la conoce el piloto, el único sobreviviente del accidente.
"Hubo muchas especulaciones, de las cuales nada es cierto. El único que tiene la verdad es el piloto [Edilberto Villar]. Él nunca dio una explicación. Tampoco apareció la caja negra, que era un factor fundamental para saber lo que ocurrió”, dijo Rodríguez en Ampliación de Noticias. “Se dijo que el tren de aterrizaje no estaba bajo, que traían cosas ilícitas. Se habló mucho, pero todo queda en el aire. No hay nada concreto”. Tras su rescate, Villar salió del país. Hoy se desconoce su paradero.
Rodríguez también dijo que la reacción de las autoridades ante el accidente demoró. “Fue al día siguiente. Si hubieran salido a su momento, otra hubiese sido la cosa. El piloto nunca habló abiertamente. Los aislaron, lo sacaron del país. También dijo que los miembros de La Marina impidieron que los familiares se acerquen a los cuerpos de los fallecidos. “Les pusieron una tranquera, prohibieron el ingreso a los familiares”.
La memoria de ‘Los Potrillos’
La noche del 8 de diciembre de 1987, el avión Fokker F-27 que traía a Alianza Lima desde Pucallpa hacia Lima cayó al mar de Ventanilla. 43 personas murieron, 16 de ellas futbolistas. El equipo de Alianza Lima era el de los ‘Potrillos’: un grupo de jugadores jóvenes, la mayoría formados en las canteras del club, dirigido por el experimentado Marcos Calderón. La principal figura era Luis ‘Potrillo Escobar’. Él, Rodríguez y Alfredo ‘Tanque Blanco’ Tomassini era el tridente ofensivo del equipo, que era puntero y venía de vencer por 1-0 al Sport Pucallpa.
“En 1984 subimos casi la mayoría de jugadores del equipo juvenil. Fue un proyecto a largo plazo. Se subió ese año y comenzó a amalgamarse un equipo sólido que podía darle títulos”. Con la llegada de Calderón al puesto de entrenador en 1987, el equipo comenzó a consolidarse, pero su futuro se vio truncado por la tragedia. Pese a que la lesión al tobillo le salvó la vida, en su momento la causó mucha preocupación. “Sentí frustración porque en ese momento dejé de pertenecer al equipo en un momento de pico alto. Pensaba que darle una oportunidad a otro chico y luego volver a entrar era batante difícil. Esa era mi preocupación”.
Del plantel sobrevivieron, por no haber viajado como él, Juan Reynoso, César Espino y Juan Illescas. Tres décadas después, el recuerdo de sus excompañeros y de sus inicios sigue fresco. “Empezamos a los 11 años en Alianza, desde ‘calichines’. El ‘Cholo’ Castillo comenzó a jalarnos, él fue el descubridor de talentos. Salía y buscaba los talentos afuera, a mí me sacó de la pista de mi barrio. Daba vueltas en su carro naranja y buscaba. Eso ahora no existe. Hoy las academias te cobran por irte a probar”.
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