Conozca los dulces tradicionales de Semana Santa

Sin duda nuestro país se caracteriza por su rica gastronomía y así como hay deliciosos potajes también hay dulces tradicionales que tienen su historia y que incluso se acostumbran a consumir en determinadas fechas del año.

Un ejemplo es el turrón de doña Pepa en octubre, mes del Señor de los Milagros y en Semana Santa es muy tradicional el frijol colado, especialmente en sur chico de nuestro país.

Chincha es cuna del frijol colado y otros deliciosos dulces que acompañan la semana de recogimiento y que se combinan con el fervor religioso.

Un equipo de RPP Noticias recorrió las comunidades de El Guayabo y El Juncal para conocer la historia de este y otros tradicionales dulces  que se le atribuyen a los afro descendientes y que se mantienen cuatro siglos después hasta nuestros días.

Encontramos que no solo es tradicional el frijol colado en estas fechas de recogimiento, sino también otros postres como las chapanas, el “come y calla”, la chancaca, la alcayota y el dulce de níspero.

En el Juncal, un grupo de mujeres afroperuanas han rescatado la tradición de sus ancestros y con la ayuda de la Cooperación Internacional Italiana han constituido una pequeña empresa denominada “La morenas del Juncal” que con la venta de estos dulces tradicionales, están saliendo de la pobreza extrema.

Y no podíamos dejar de visitar a toda una institución de la cocina chinchana como es Esther Cartagena Castrillón, más conocida como “Mamá Iné” quien se ha propuesto rescatar el dulce “Come y Calla” como uno de los postres bandera de la cultura afroperuana.

“Se trata de un postre a base de yuca rallada, azúcar y miel, es una receta muy antigua que la estamos rescatando para que no se pierda” afirma “Mamá Iné”.

Según el investigador de la cultura afroperuana Rolando Palma, el “Come y Calla” tiene su origen en los esclavos africanos, quienes acostumbraban a preparar sus comidas con restos que le dejaban los españoles.

“Cuenta que en cierta ocasión una madre no tenía qué darle de comer a su hijo y encontró en su cocina un trozo de yuca y azúcar. Se le ocurrió rallar la yuca, combinarla con azúcar, freírla y servirla con miel, cuando su hijo la prueba y la siente deliciosa le pregunta a su madre cómo se llama el postre, a lo que la madre contesta ‘come y calla’, quedando perennizado en el tiempo” .

Nuestra gastronomía tiene toda una historia, que se entremezclan con diversas culturas, esta vez conocimos parte de ella y que hemos querido rescatar para que siga manteniéndose a través del tiempo, pues la mejor riqueza del país es su historia, sus costumbres y tradiciones.

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