Un hombre recibió más de 20 balazos en la bajada de Armendáriz este lunes, en Miraflores. ¿Qué hace el Estado para frenar la ola de crímenes por sicariato en el Perú?
El delito de sicariato fue incorporado en el Código Penal a través del decreto legislativo 1181, el pasado 27 de julio. Según la norma, el que mata a otro por orden, encargo o acuerdo, con el propósito de obtener para sí o para otro un beneficio económico o de cualquier otra índole, será reprimido con un mínimo de 25 años de prisión privativa de la libertad.
La ley también castiga con cadena perpetua si el sicariato se realiza valiéndose de un menor de edad o de otro imputable o cuando en la ejecución intervienen dos o más personas. Si bien se determinaron penas para quienes actúan bajo la modalidad del sicariato, es importante establecer estrategias para combatir este problema y, para ello, es necesario saber qué pasa por la mente de un sicario.
Motivación. “La única necesidad del sicario es económica. Es una persona que tiene una necesidad de tener un ingreso adicional y puede en ese momento aceptar ese trato, es un contrato en realidad. Generalmente la pobreza y la falta de educación son los factores que reinciden en este tema”, explica José Jáuregui, docente de criminalística en maestría y posgrado en la Universidad Federico Villareal y en la Escuela de Oficiales de la PNP.
Según la asociación pro seguridad ciudadana del Perú (Aprosec), el 90% del sicariato en nuestro territorio sucede entre delincuentes. En los últimos seis años el país se ha convertido en un país atractivo para el sicariato, sobre todo para mexicanos, colombianos y venezolanos.
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