Más de 80 países participaron en un operativo llamado 'Thunderstorm' para combatir el tráfico ilegal de especies de flora y fauna.
La Interpol identificó a 1.400 sospechosos de tráfico de fauna silvestre en una macrooperación realizada por la policía a escala internacional a lo largo del mes de mayo. En un comunicado, la organización informó que se han realizado 1.974 detenciones.
Además, señalaron que estas acciones se enmarcan en la llamada operación 'Thunderstorm' para combatir el tráfico ilegal de especies de flora y fauna, en la que han participado más de 80 países de todo el mundo. En la operación global se practicaron detenciones en lugares como Estados Unidos (Los Ángeles), Israel, Vietnam o Canadá.
Entre la lista publicada por la Interpol figuran 27 mil reptiles, 4 mil pájaros, 14 felinos y 48 primates vivos. En imágenes publicadas por sus servicios se pueden ver, por ejemplo, a loros hacinados en un cartón, a un cocodrilo interceptado en Ecuador o a un león disecado.
Además, se incautaron 43 toneladas de carne de animales salvajes, incluyendo la de osos, cebras o elefantes, así como 1,3 toneladas de marfil y esqueletos de siete osos, incluyendo dos polares.
Ruta de tráfico peruana
Según cifras de Autoridad Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en Perú se extraen animales de 56 distritos, que corresponden a 35 provincias en 14 departamentos.
Las especies peruanas son llevadas principalmente a Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, España, Francia, Alemania, en el continente europeo. En Asia destacan China, Japón y Singapur, entre otros. Y en Latinoamérica, las especies son llevadas a Ecuador, Colombia y Bolivia, explicó Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor.
Un trabajo entre diferentes instituciones estatales con el apoyo de la ONG Wild Conservation Society (WCS) logró definir unas 15 rutas adicionales, por donde transitan las especies víctimas del tráfico. Según especialistas, la principal modalidad para el tráfico de especies es la contratación de personas, como si fueran burriers, para que se encarguen del traslado de los animales desde las zonas de origen de los animales hasta la entrega a las mafias que operan dentro del Perú o en el exterior.
Comparte esta noticia