Noura Hussein Hamad de 19 años lleva casi un año en prisión por matar al hombre con la que fue obligada a casarse y que la violó por negarse a consumar el matrimonio. Organismos internacionales condenan la sentencia contra la joven.
Un Tribunal de Sudán condenó este jueves a muerte por ahorcamiento a Noura Hussein Hamad (19 años) por haber matado de varias puñaladas a su esposo, después de que él la violara.
Abdulrahman Hamad, es el hombre con quien su padre la obligó a casarse cuando tenía 16 años, pues la ley sudanesa permite el matrimonio de niños de más de 10 años.
Decidida a frustrar la boda, la joven escapó de su casa familiar cerca a Jartum, la capital del país, y se fue a vivir con una tía en la ciudad de Sennar, a unos 250 kilómetros de distancia. Durante tres años se dedicó a estudiar y culminó su educación secundaria, pero en el 2017 regresó con sus familiares, quienes le aseguraron que el matrimonio concertado se había cancelado.
Todo fue un engaño, al regresar fue entregada al novio y la boda se llevó a cabo. Nura Husein se negó a consumar el matrimonio durantes varios días, pero su marido la violó con la ayuda de dos de sus hermanos y un primo, quienes sujetaron a la víctima durante el abuso.
Al día siguiente, intentó violarla de nuevo, pero ella consiguió escaparse a la cocina, donde agarró un cuchillo y en el forcejeo apuñaló a Abdulrahman. La joven regresó a su casa y su padre la entregó a la policía, según la agencia AFP.
Durante el juicio, en julio de 2017, el tribunal la declaró culpable de "homicidio voluntario" tras haber aplicado una vieja ley que no reconoce la violación conyugal y este jueves sentenciada a muerte. Nura soñaba con ser profesora, pero ahora está detenida en una prisión para mujeres desde mayo de 2017.
Reacciones
El director regional adjunto de Amnistía Internacional, Seif Magango, en un comunicado calificó la sentencia de crueldad intolerable y consideró que la víctima es la joven.
"La pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante. Aplicársela a una víctima no hace más que subrayar el fracaso de las autoridades sudanesas a la hora de reconocer la violencia que tuvo que padecer", agregó Magango.
Yasmeen Hassan, de la ONG Equality Now (Igualdad Ya), uno de los grupos que busca que se revoque la condena, comentó a la BBC que el veredicto no lo había sorprendido. "Sudán es un lugar extremadamente patriarcal y las normas de género se aplican con mucha fuerza", lamentó.
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