Lo dijo Thomas Jordan, director del Centro Sísmico del Sur de California. El sismo tendría consecuencias catastróficas.
La última vez que se produjo un terremoto de grandes proporciones en la Falla de San Andres, Estados Unidos, fue en 1857, donde el sismo de 7,9 grados (igual que el último gran terremoto de 2007 en Ica) destruyó gran parte de la zona árida de California, en Estados Unidos.
Alerta preocupante. Esta vez, quien ha lanzado la alerta tras el último gran terremoto de 7,8 grados Richter en Ecuador, ha sido Thomas Jordan, director del Centro Sísmico del Sur de California quien ha advertido de la inminencia de un "megaterremoto" en esa zona ya que la gran falla de San Andrés está "cargada y lista para temblar". Estas declaraciones que aparecieron en una publicación de la revista Los Ángeles Times, fueron vertidas por Jordan quien también explicó el fenómeno devastador que podría producirse en cualquier momento.
El análisis científico. Se ha analizado científicamente las placas tectónicas y detallaron que cada 100 años los movimientos sísmicos mueven las placas unos 4,8 metros. En el caso de San Andrés, la tensión acumulada en esta zona del planeta es alta debido a que no liberó gran cantidad de energía por más de un siglo desde el último gran sismo.
Advierten al gobierno de EE.UU. Jordán advirtió al gobierno de los Estados Unidos a que preparen a las personas en la zona de la falla (California principalmente) y que tomen medidas para paliar los efectos devastadores que un sismo de "por lo menos 8 grados" puede tener en la zona.
Antecedente. La principal preocupación para los científicos, además del impacto del movimiento y de la posible pérdida de vidas humanas, es el estado de los acueductos, edificios, construcciones y las redes de telecomunicaciones. El Servicio Geológico de EE.UU. informó en el año 2008 que un posible terremoto de 7.8 grados en la falla de San Andrés dejaría al menos a 1800 personas muertas y 50 mil heridas, además de pérdidas por más de 200 mil millones de dólares.
Damnificados. De acuerdo a ese último informe, el movimiento, por la fuerza y violencia con la que golpearía, duraría alrededor de dos minutos y se extendería por el valle de Coachella, Inland Empire y Antílope. Los Ángeles tampoco estaría excenta de sentir la furiosa ira de la naturaleza. La falla de San Andrés afecta la vida de 35 millones de personas, que se verían directamente afectadas por esta situación.
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