La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que ninguno "desea la guerra".
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, volvió a amenazar al régimen de Corea del Norte. Las continuas pruebas de armas del régimen norcoreano han elevado enormemente la tensión con Washington, que ha vuelto a apuntar a la opción militar contra Pyongyang.
“Si Corea del Norte mantiene su temeraria conducta, los Estados Unidos deberán defenderse y defender a sus aliados, Corea del Norte será destruida; es algo que ninguno de nosotros quiere, no queremos la guerra”, dijo Nikki Haley en el programa State of the Union de la CNN.
Optimista. Pese a ello, la diplomática ha dicho sentirse moderadamente optimista acerca de que el conflicto con el líder norcoreano Kim Yong-Un pueda resolverse de forma pacífica. Dijo que ha visto indicios de que Pyongyang está reaccionando ante las últimas sanciones.
Pyongyang realizó semanas atrás su sexto ensayo nuclear y varios tiros de misiles intercontinentales. El último ocurrió el viernes, con un misil que sobrevoló Japón. El acto fue visto como desafiante unos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara un octavo paquete de sanciones contra Corea del Norte.
Sanciones. El presidente Donald Trump y su homólogo de Corea del Sur, Moon Jae-In, se comprometieron a ejercer "una mayor presión" sobre Pyongyang durante una conversación telefónica. El objetivo es que "el régimen norcoreano entienda que más provocaciones solo lograrán reforzar el aislamiento diplomático y las presiones económicas que llevarán a su hundimiento", declaró la presidencia surcoreana en un comunicado.
El presidente norcoreano Kim Yong-Un dijo en la agencia estatal KCNA que su "meta final es establecer el equilibrio de fuerzas real con Estados Unidos para que los gobernantes norteamericanos no osen seguir hablando de opción militar contra Corea del Norte".
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