El Banco Mundial señala en un informe que existen oportunidades para reducir la desigualdad salarial mediante el crecimiento de la productividad y la expansión de la calidad educativa.
Un informe del Banco Mundial (BM) revela que la desaceleración económica "ya ha detenido" la reducción de la desigualdad del ingreso laboral en América Latina.
La economista para la región del organismo internacional, Joana Silva, explicó que la disminución de la brecha de ingresos entre trabajadores durante la primera década del siglo pasado se debió al crecimiento económico y la expansión educativa. "Otros factores que contribuyeron fueron el aumento de los salarios mínimos y la reducción del número de trabajadores informales".
Preocupación por ralentización
La especialista en economía del trabajo y comercio internacional comentó que la inequidad en la renta continuará disminuyendo, aunque lo hará a "un ritmo más lento" a causa de la baja expansión de la economía.
"Es probable que la educación continúe expandiéndose, reduciendo la desigualdad. Sin embargo, el menor crecimiento y su nuevo patrón están ralentizando la reducción de la desigualdad salarial. En el futuro, un mayor progreso requerirá trabajo adicional", señaló la coautora del informe titulado "Desigualdad del ingreso en América Latina. Comprendiendo el pasado para preparar el futuro".
Remar contra la corriente
El estudio indica que dados los niveles actuales de formación educativa en América Latina y el Caribe, todavía existen oportunidades para reducir la desigualdad del ingreso laboral mediante la inversión en el aprendizaje temprano, la educación a todos los niveles incluida la universitaria y las pasantías de capacitación. "Mejorar la calidad educativa es fundamental para crear capacidades que lleven a salarios más altos y medios de subsistencia sostenibles".
Joana Silva dijo que para que siga disminuyendo la desigualdad salarial en esta parte del mundo es necesario promover el crecimiento con equidad. Para lograr ese objetivo, sostuvo la economista del Banco Mundial, los gobiernos deben impulsar el crecimiento de la productividad y expandir la cobertura y la calidad de la educación y la capacitación.
Un futuro no muy bueno
Tras el sólido crecimiento experimentado por América Latina en la primera década del siglo, la región encara ahora una fuerte desaceleración con crecimiento de apenas el 1,2 % para 2017 y 1,9 % para 2018, que se suma a las dos contracciones consecutivas de 2015 y 2016, según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
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