El Gobierno dejó la puerta abierta a un aplazamiento, aunque insiste en que todo está listo para los comicios.
La incertidumbre sobre si se celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Haití continúa a solo días de la cita electoral, después de que el Gobierno haya dejado la puerta abierta a un aplazamiento, aunque insiste en que todo está listo para los comicios.
El presidente haitiano, Michel Martelly, dijo que "si hay una mejor solución sobre la mesa" que seguir adelante con el proceso, el Gobierno no descarta posponer la jornada electoral, siempre y cuando la oposición cumpla con una "serie de condiciones", no especificadas.
Tras una semana marcada por protestas violentas en contra de que se celebren las elecciones, y después de que el Senado haitiano recomendara ayer, por 15 votos a favor y 5 abstenciones, que se aplacen los comicios, hoy ha sido la primera jornada en la que no ha habido marchas convocadas por la oposición.
Sin embargo, decenas de haitianos se concentraron frente a la Embajada de EE.UU. en Puerto Príncipe en protesta por el apoyo de ese país al Gobierno haitiano de cara a la celebración, por considerar que la actitud de país norteamericano empeora la situación de la democracia en Haití.
Entre cánticos antiestadounidenses, los manifestantes calificaron al presidente de EE.UU., Barak Obama, y al matrimonio Clinton (el expresidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado Hilary Clinton) de "terroristas" y les acusaron de querer robar las minas de oro en Haiti.
El cese de las protestas supone solo un paréntesis, ya que la oposición convocará nuevas protestas desde hoy y hasta el mismo día de la segunda vuelta electoral.
A este respecto, el primer ministro, Evans Paul, anunció que el Gobierno no va a aceptar que haya protestas desde 48 horas antes de las elecciones, y aseguró que mantiene el diálogo con distintos sectores para salvar el proceso.
La situación ha llevado a la Iglesia Católica a posicionarse a favor del aplazamiento de la segunda vuelta debido al ambiente de tensión y violencia existente.
El clima de violencia ha empezado a afectar al turismo, un sector en el que se ha hecho un importante esfuerzo de inversión durante los últimos cuatro años, siendo el segmento de los cruceros el que más dinero aporta.
EFE
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