Ante las derrotas militares en Siria e Irak, el Estado Islámico desarrolla nuevos métodos de infundir terror entre sus propios miembros.
El Estado Islámico (ISIS) ha comenzado a ejecutar a sus propios oficiales militares alimentándolos a perros hambrientos. Esto como castigo ante las recientes derrotas que han sufrido en Irak y Siria, con las que han perdido lugares estratégicos en su causa.
El nuevo brutal castigo. Según reporta el Daily Mail de Inglaterra, este nuevo método de ejecución, que se suma a otros como disolver cuerpos en ácido, fue revelado por Hasan Khala Haan, comandante kurdo de la fuerza Peshmerga que lidera la lucha contra el Estado Islámico en el norte de Irak. La penalidad consiste en atar al castigado al amarrado a un árbol, donde luego se le sueltan perros que lo atacan hasta dejarlos sin vida.
Infundir el miedo entre su propia gente. Este nuevo método de ejecución a su propia gente tiene como objetivo infundir el miedo entre sus filas para que cumplan con mayor eficacia sus órdenes. “ISIS usa a miembros que, según ellos, ya no tienen uso, para infundir miedo entre sus militantes”, explicó el sociólogo kurdo Dier Ahmed a la agencia ABNA. Los métodos para este objetivo se han radicalizado en las últimas semanas.
El Estado Islámico pierde territorio. Luego de apropiarse de grandes territorios en Irak y Siria a inicios del 2014. Desde entonces, una coalición internacional liderada por los Estados Unidos y apoyada por grupos locales ha logrado hacer retroceder a ISIS, en particular en las últimas semanas. Este martes, alrededor de 50 yihadistas murieron en un nuevo bombardeo de dicha coalición. Es a partir de estas derrotas que los terroristas han decidido radicalizar sus castigos y su accionar, como prueba este nuevo método de ejecución.
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