El cantante mexicano fue denunciado hace 16 años por la supuesta copia de la canción 'Amarte es un placer'.
Sigue de malas. Este último año es nefasto para Luis Miguel, pues sus entripados con la justicia han sido más noticia que su carrera musical.
Esta vez, el cantante mexicano mantiene un pleito legal desde hace 16 años con el compositor Marcos Lifshitz, quien lo acusa de haberlo plagiado para lanzar su cancion 'Amarte es un placer' (1999).
Para el creador de la canción, la justicia le dará la razón y estar seguro de que el fallo final será a su favor. "El pago tendrá que ser como mínimo del 40% de lo que haya ganado y del que cometió el plagio o el que cometió la irregularidad", dijo.
La demanda fue interpuesta a Luis Miguel, su discográfica y al productor del disco, el español Juan Carlos Calderón, a pesar de que éste último falleció en el 2012, por haber usado su música sin pagarle.
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